El Apple PowerBook 150 llegó a las tiendas en julio de 1994. Con un precio de 1.450 dólares, era el modelo más accesible de la serie, pero para llegar a ese precio, Apple usó una pantalla de matriz pasiva, y un procesador de la década anterior. Colin del canal This Does Not Compute adquirió uno de estos portátiles con el objetivo de restaurarlo, y a pesar del buen trabajo que hizo, la sensación es de arrepentimiento…
Creo que todos (o casi todos) nos hemos quejado sobre los precios que Apple fija para sus productos. En muchas ocasiones, esas quejas estuvieron justificadas, pero hay un detalle que no podemos ignorar: Apple no tiene un gran récord al explorar el espacio «budget». Un ejemplo de esto fue el Apple PowerBook 150. Los 1.450 dólares en su etiqueta eran interesantes, sin embargo, una pantalla de matriz pasiva con cuatro tonos de gris a 640 x 480 y un chip Motorola 68030 del año 1987 lo dejaron en una posición muy incómoda. Colin de This Does Not Compute logró obtener un PowerBook 150, y decidió restaurarlo…
Cómo reparar y restaurar un Apple PowerBook 150 de 1994
La restauración comenzó con un problema bastante común: Plástico dañado alrededor de una de las bisagras. Como si eso fuera poco, la presión de la pantalla logró hundir el teclado, y la batería ya había expresado su deseo de convertirse en una almohada demoníaca. Los primeros intentos de encendido quedaron en la nada. Colin revisó el panel LCD más de cerca, y sus condensadores emitieron el clásico «olor a pescado». Su reemplazo con equivalentes en tantalio fue inevitable.
Buena noticia, la placa base utiliza capacitores de tantalio de fábrica. Mala noticia, la batería del reloj volcó parte de su contenido en la placa «Jedi» de interconexión. El inverter para el panel posee un condensador electrolítico, y cuando Colin trató de reemplazarlo, terminó dañando una bobina «y» el conector. Por suerte, Colin pudo extraer todas las piezas necesarias de otro equipo, y la pantalla del PowerBook 150 volvió a la vida. Con un par de impresiones 3D, el daño en la bisagra quedó solucionado, pero…
… los problemas continuaron para Colin. El flex del trackball falló, y al ser parte del teclado, eso lo obligó a reemplazarlo. El PowerBook 150 es incompatible con todos los adaptadores CompactFlash convencionales, y el único disco IDE a su alcance no puede ser formateado por las herramientas oficiales. El arranque inicial con el adaptador BlueSCSI demandó una serie de conexiones adicionales (debido a las limitaciones naturales del puerto en la parte posterior)… y como cereza del pastel, la tecla T dejó de funcionar.
En resumen, celebramos la dedicación de Colin, pero está claro que el PowerBook 150 no es uno de sus favoritos, y en cierto modo sirve como advertencia para los entusiastas. Cualquiera que desee experimentar con el hardware vintage de Apple, debería buscar otras opciones.