Lentamente, la relación entre la PlayStation 3, Sony y los hackers se está convirtiendo en un clásico conflicto de gato y ratón. Recientemente Sony anunció que la actualización 3.21 del firmware para las consolas pre-Slim quitaría la posibilidad de instalar un sistema operativo alternativo en la consola, alegando razones de seguridad. George Hotz, conocido por ser uno de los pioneros en el desbloqueo del iPhone y por revelar lo que se conoce como el primer exploit para la PlayStation 3, dijo que trabajaría activamente para restaurar esta funcionalidad en el nuevo firmware. ¿Y adivinen qué? Ha colocado en la red nada menos que un vídeo demostrando sus logros.
La constante batalla entre las grandes empresas y los hackers comparte muchos puntos de vista con la Guerra Fría. Cada movimiento era contestado por otro más grande y amplio, anulando los logros del rival o minimizando sus efectos. En la informática actual ha sido posible observar una gran cantidad de acciones y reacciones de este tipo. Apple colocó cada piedra en el camino que encontró para evitar el desbloqueo del iPhone, tanto en el "jailbreaking" como en la liberación de proveedores. Microsoft lanza ataques periódicos contra aquellos usuarios que han modificado sus consolas para reproducir copias de juegos, a través de actualizaciones vía Internet. Lo mismo se puede decir de la Nintendo Wii, que también posee modificaciones que permiten utilizar copias y ejecutar aplicaciones no oficiales en la consola. Ahora, los hechos más recientes colocan a la PlayStation 3 en el ojo de la tormenta.
El 22 de enero pasado, George Hotz, más conocido en la red como Geohot, logró acceder a toda la memoria de la PlayStation 3 con privilegios de lectura y escritura, y también al HyperVisor. Cuatro días después, Geohot publicó el exploit en la red. Parte del proceso involucró a la opción para instalar un sistema operativo alternativo en la PS3, un parche especial en el kernel de Linux, y el desarme de la consola. Aunque muchas de las protecciones de la PS3 aún no han sido derrotadas, este agujero en su seguridad podría abrir la puerta a la ejecución de copias y de código desarrollado por terceros. La respuesta de Sony se hizo esperar, pero no por eso dejó de ser implacable: Todas las unidades pre-Slim que actualicen su firmware a la versión 3.21 (disponible desde el primero de abril pasado) ya no contarán con la opción de instalar un sistema operativo diferente. Tras esta decisión, Geohot anunció que trabajaría para desarrollar un método que restaure el soporte para otros sistemas en el nuevo firmware. Y lo cierto es que le tomó seis días nada más encontrar la forma. El vídeo claramente muestra que el firmware instalado es el 3.21, y que la opción "Other OS" está allí. Además, Geohot se da el lujo de iniciar una distro de Linux con su firmware modificado.
Geohot logró esta restauración gracias a un archivo PUP que fue generado de forma personalizada, tomado en parte de una versión anterior del firmware, como por ejemplo la 3.15. En otras palabras, este hack tiene cierto aspecto de Frankenstein, y aunque parecen ser necesarias más pruebas, todo indica que funciona correctamente. Esto también plantea la posibilidad de incluir el soporte para otros sistemas en la nueva versión Slim, aunque esto no se ha comprobado todavía. También es necesario aplicar un hack en el proxy de conexión de la consola para acceder al PlayStation Network con el firmware modificado. Evidentemente no es algo que todos los usuarios desesperarán por hacer, pero el simple hecho de que esta funcionalidad haya sido restaurada en el nuevo firmware mantiene firme la posibilidad de ejecutar software externo y copias en la PS3. Ahora, habrá que ver cómo reacciona Sony. Acción y reacción, gato y ratón. Veamos quién es más rápido.