Lisandro Pardo
Microsoft finalizó las ventas de todos los modelos disponibles de Xbox 360 en abril de 2016. Son apenas ocho años… y aún así, en un rincón de nuestras mentes, la consola ya es «retro». De hecho, no faltan unidades que necesitan algún proceso de restauración, y así llegamos al canal de «Cat and Andrew», con una Xbox 360E completamente destripada. Su dueño tuvo problemas al pintar la carcasa, y pasó un largo tiempo juntando polvo…
Con 84 millones de unidades vendidas, la Xbox 360 no logró derrotar a la PlayStation 3, pero sería un gran error de nuestra parte considerarla un fracaso. Su catálogo de juegos disponibles es notable (sin ir demasiado lejos, algunas franquicias nacieron en esa plataforma), y aún con el cierre de su tienda oficial, lo cierto es que tiene mucho material para ofrecer.
Ahora, la emulación de Xbox 360 ha mejorado (el proyecto Xenia Manager simplifica en gran medida la configuración del emulador Xenia), pero si queremos una experiencia óptima, hay que buscar el hardware original… que no siempre se encuentra en buen estado. Andrew del canal «Cat and Andrew» recibió una Xbox 360E, y se puso a trabajar…
Restaurando una Xbox 360
Básicamente, el dueño original de la consola trató de hacer un poco de modding y pintar la carcasa, pero su resultado no fue el deseado. Al parecer buscaba un color antracita/gunmetal, y trató de quitar la pintura con un solvente… que empezó a dañar el plástico. Andrew comienza su sesión con un desarme completo de la consola, y el retiro del disipador. Después de tantos años, el cambio de pasta térmica no es una opción, y las Xbox 360 no tienen la mejor reputación en materia de sobrecalentamiento.
Con la placa base, la unidad óptica y la electrónica general en buenas condiciones, Andrew giró su atención hacia la carcasa, corrigiendo los errores más serios (puntos derretidos, golpes, exceso de pintura, etc.) a puro lijado. Por lejos, es la parte más tediosa y sucia de la restauración, pero también es necesaria, o de lo contrario, habrá inconvenientes al momento de pintar.
Tanto la fuente de alimentación como el gamepad no escaparon a la limpieza. El ventilador de la fuente fue lubricado (el uso de aceite 5W-40 es interesante), y tras eliminar toda la combinación de grasa y polvo, el gamepad volvió a la normalidad. Un detalle para los interesados: El gamepad posee tornillos diferentes al resto de la consola.
La pintura combina un negro matte profundo con un efecto de textura/salpicado arriba, técnica que Andrew ha explicado en vídeos previos, y debo reconocer que queda genial. La consola no estaba completa, pero logró obtener las piezas faltantes (botones, tornillos) gracias a un intercambio con una tienda local. ¿El resultado final? Excelente. La Xbox 360 está lista para volver al ruedo, y además se ve fabulosa.
