Constantemente estamos buscando formas de extender la autonomía de nuestros dispositivos, aumentado la eficiencia en el consumo de energía o incrementando el tamaño de nuestras baterías, pero hay una energía que es desaprovechada en la gran mayoría de los casos, y es la que generamos al movernos. El concepto no es para nada nuevo, pero un diseño proveniente de Israel nos muestra un reproductor de mp3 en la forma de un traje, capaz de utilizar energía cinética, con el objetivo de recargarlo constantemente.
El primer reproductor de mp3 que compré utilizaba apenas una batería del tipo AAA, y podía extraer de ella varias horas de música antes de que el dispositivo se apagara solo. Lo mismo nos sucede hoy con móviles, netbooks, tablets, y otros artefactos. A simple vista no parecen consumir mucha energía que digamos, mientras que en la práctica sucede exactamente lo opuesto. Se han hecho avances considerables a la hora de mejorar la autonomía de las baterías y de reducir el consumo de energía, pero hasta aquí no parece ser suficiente. Tal vez la mejor idea sea explorar otras alternativas. Desde hace un tiempo se viene mencionando la idea de una celda de combustible personal, sin embargo, también existe otra fuente: Nosotros mismos.
De la misma forma en la que Seiko presentó en su momento a sus “relojes cinéticos”, hoy nos encontramos con un reproductor mp3 integrado a un traje especial, que sólo requiere de la energía generada por nuestro movimiento para funcionar y mantenerse cargado. El desarrollo proviene de Israel, a cargo del diseñador industrial Rafael Rozenkranz. Lamentablemente no tenemos nada que se parezca a especificaciones técnicas, ni siquiera el espacio disponible dentro del reproductor. Esto nos hace pensar que el traje es poco más que una prueba de concepto, pero si resulta viable, definitivamente queremos saber más.
Ahora, si esto puede funcionar con un reproductor de mp3, eventualmente debería desarrollarse algo similar para mantener cargados a nuestros móviles. Aún estando sentados, los más sencillos de nuestros movimientos podrían ser convertidos en energía para nuestros gadgets electrónicos, y aunque no sea factible alcanzar la independencia del tomacorriente en el corto plazo, al menos tendremos una posibilidad de reducir nuestra dependencia sobre él.
