Hace más de 500 millones de años, los organismos unicelulares empezaron a agruparse para formar cúmulos pluricelulares que finalmente se convertirían en las plantas y animales que hoy pueblan la Tierra. Este es un hecho comprobado, pero no se sabía exactamente cuanto tiempo le tomo a la naturaleza conseguir semejante hazaña. Ahora, un grupo de científicos han conseguido reproducir este importantísimo paso evolutivo en un laboratorio, utilizando la levadura de cerveza común (Saccharomyces cerevisiae) y descubriendo con asombro que se trata de un proceso que puede tener lugar en tan solo dos meses.
La Tierra rebosa de vida. A pesar de nuestros esfuerzos para diezmarla de mil formas diferentes, la vida se adapta y prospera en los rincones más inhóspitos de nuestro planeta. Sin embargo, hubo una época en que la vida era mucho más simple, en la que los organismos pluricelulares que hoy vemos por todas partes –humanos incluidos– aún no habían hecho su aparición. Los científicos saben que hace algo más de 500 millones de años los organismos unicelulares, mucho más simples, comenzaron a agruparse para dar lugar a otros más complejos que -evolución mediante- se convertirían en las formas de vida que hoy vemos a nuestro alrededor. Pero a pesar de que había evidencias de que este paso había tenido lugar, los científicos no tenían idea de cuanto tiempo necesitó la naturaleza par dar ese importantísimo paso evolutivo, sin el cual todavía seríamos células sueltas flotando en alguna charca.
Ahora, por primera vez, un grupo de biólogos especializados en temas evolutivos han conseguido reproducir ese paso en un laboratorio. Utilizaron como “cobayo” a la levadura de cerveza común (Saccharomyces cerevisiae), un organismo unicelular muy bien conocido por la ciencia. Sam Scheiner, científico de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF, por National Science Foundation) y miembro del equipo que realizó este trabajo, dice que es “la primera vez que se consigue observar experimentalmente la transición de un grupo de organismos unicelulares hacia otros más complejos, y brinda la posibilidad de observar un evento que ocurrió naturalmente hace cientos de millones de años.” Los resultados de este trabajo fueron publicados en la prestigiosa revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. y lo que más llama la atención es que tan complejo paso en realidad se puede realizar en un tiempo muy corto: solo 60 días. En efecto, la levadura evolucionó en grupos multicelulares capaces de trabajar cooperativamete, reproducirse y adaptarse a los cambios que tienen lugar en su medio ambiente. En otras palabras, pasaron de ser células sueltas a ser un organismo complejo que -con el tiempo suficiente- podría evolucionar hasta convertirse en formas de vida aún más complejas.
George Gilchrist, también del NSF, dice que “este paso fundamental hacia la complejidad pluricelular ha resultado ser menos complicado de lo que la teoría de la evolución nos había hecho suponer”. El experimento no es muy difícil de reproducir, ya que además de la levadura -la misma que se emplea para hacer pan y cerveza desde hace miles de años- requiere de una centrifugadora y medios de cultivo que pueden encontrarse en cualquier laboratorio. En cada paso, los científicos centrifugaban el contenido de los tubos de ensayo para separar los grupos más grandes (y pesados) del resto. Luego de repetir este procedimiento decenas de veces, los grupos más grandes estaban compuestos por cientos de células y tenían “la apariencia de copos de nieve”. El experimento, además de probar que el paso de la vida unicelular a la pluricelular es posible y rápido, también puede aportar herramientas útiles para comprender la forma en que se desarrolla el cáncer o se produce el envejecimiento.