Ha sido lanzado, por la compañía Exmocare, un dispositivo utilizable a modo de reloj que permite la detección de emociones y estados de ánimo midiendo algunos estados físicos.
Se trata de un dispositivo capaz de reconocer emociones midiendo el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y la humedad de la piel. Después envía los datos vía bluetooth a una base de datos central. Aunque la compañía propone el uso de este aparato para controlar personas con problemas cardíacos o similares, algunos también piensan que podría usarse para un mejor control de empleados en trabajos de atención al cliente.
El dispositivo permitiría a los empleadores controlar que sus empleados no se enojen o duerman demasiado en el trabajo, haciéndolo más efectivo. Sin embargo esto también sería una enorme violación de la privacidad: ¿No son las emociones y sentimientos lo más privado de una persona?, ¿Hasta que punto puede uno trabajar con tranquilidad sabiendo que sus emociones están siendo controladas y podrían hasta causarle un despido? y finalmente, ¿Cuánto podemos llegar a sacrificar por un poco más de efectividad en el trabajo?. Pensamos que este dispositivo podría ser útil para control cardíaco, si bien la pretensión de detectar y medir emociones parece un poco excesiva. ¿A quién la gustaría que su jefe o incluso su médico, se convierta en un Gran Hermano?