A principios del año pasado, el Boletín de Científicos Atómicos decidió mantener en tres minutos el tiempo que nos separa de nuestro final, extendiendo así la decisión tomada en 2015. Pero el mundo apenas necesitó doce meses para cambiar por completo. Relaciones internacionales que se deterioran, bloques fragmentados, crisis ecológicas ignoradas y políticas que amenazan con borrar logros recientes podrían llevar a un avance muy importante del reloj. Varias fuentes especulan que quedaremos a un minuto de la oscuridad. Y jamás estuvimos a un minuto…
El año era 1953. Los Estados Unidos y la Unión Soviética detonaron sus primeras armas termonucleares con apenas nueve meses de diferencia. Los prototipos comenzaban a ser más robustos, estables, y destructivos. El Reloj del Juicio Final sólo llevaba seis años en existencia, pero sus responsables decidieron que las pruebas nucleares eran razón suficiente para ubicar a la especie humana a dos minutos de la medianoche. El reloj nunca volvió a colocarse en ese nivel, sin embargo, quedó a tres minutos en 1984, y se encuentra a tres minutos hoy, por segundo año consecutivo. Dicho eso, ¿qué tal suena el mundo a un minuto del fin…?
El Boletín de Científicos Atómicos no hizo su anuncio aún. De hecho, habrá que esperar hasta dentro de pocas horas para conocerlo. Pero en general no hay dudas de que el reloj será alterado. Lo que se preguntan las diferentes fuentes es cuánto. Las modificaciones son calculadas a partir de aspectos positivos y negativos. Siendo honestos, no creo que el 2016 nos haya dejado muchas cosas buenas. El avance del nacionalismo, personas que niegan el cambio climático en posiciones de poder, una crisis global de seguridad (tanto física como cibernética), y el constante rechazo a hechos comprobados científicamente presentan un panorama desolador.
Los medios más conservadores sugieren que el boletín posicionará el reloj a dos minutos, igual que en 1953. Pero tal vez se necesita enviar un mensaje más fuerte, y están quienes sugieren que el reloj quedará a solamente un minuto. Desde su introducción en 1947, el reloj jamás nos dejó a un minuto de la medianoche. Dicen que siempre hay una primera vez para todo…
(N. del R., 27/01: La corrección dejó al reloj a dos minutos con treinta segundos de medianoche)