Una caída, un golpe inesperado, el salto de un gato, un accidente con líquido. Los teclados de ordenadores portátiles tienen varios enemigos naturales, y siempre están entre los primeros componentes en ser reemplazados. Muchos modelos reducen el proceso a un par de tornillos, varios clips, y maniobrar con cables delgados, pero existen casos como el de este HP Pavilion, que para cambiar el teclado hay que incluir a toda la tapa superior, a menos… que seamos pacientes y desobedientes.
Las razones son sencillas: Por un lado, obsolescencia programada. No importa qué tan profundo sea el «compromiso» de un fabricante, lo cierto es que está más interesado en vender un nuevo ordenador que en brindar soporte y partes de reemplazo para modelos ya existentes. Y por el otro, formato. Cuanto más delgado sea ese PC portátil, mayores serán los recortes en su interior.
Integrar el teclado al chasis es apenas la punta del iceberg. Las memorias y las unidades de estado sólido también son soldadas a la placa base, negando al usuario la posibilidad de expansión o reparación sin equipo especial. ¿Cuántos portátiles quedarán eternamente con 2 o 4 gigabytes de RAM? ¿Cuántos serán incapaces de recibir a los últimos builds de Windows 10 por una simple cuestión de espacio? La situación es irritante, y además nos cuesta dinero.
Entonces… ¡un hack! Un poco de cirugía con un soldador de estaño barato y un cúter. El portal Inside My Laptop publicó recientemente una especie de guía «paso a paso» para reemplazar el teclado integrado en un HP Pavilion, pero debería ser posible extender su utilidad a otros teclados en la misma situación. La clave es romper/derretir los remaches de plástico causando el menor daño posible.
Una vez retirada la tapa trasera, el teclado debería salir siguiendo la misma dirección, con todos los remaches libres de obstáculos. El resto es cuestión de ir en la dirección contraria, instalando el nuevo teclado y verificando que ningún remache se quedó trabado. A partir de aquí, el usuario puede recrear los remaches con el soldador, o usar pegamento termofusible para que el teclado no pierda su posición.
Si todo va bien, la reparación debería ser exitosa… pero el punto es que no tenemos por qué llegar a este extremo. Que esto sirva como recordatorio para rechazar compañías con productos descartables, y apoyar a las que ofrecen un soporte y servicio de posventa más completo.
Fuente: Inside My Laptop