Los vídeos HD están en todas partes, pero a la hora de su transferencia y almacenamiento, no hay dudas de que colocan mucha presión sobre los usuarios. El estándar de compresión HEVC, también conocido como H.265, promete reducir los vídeos a la mitad del tamaño que demanda H.264, sin perder calidad. No todos los reproductores soportan HEVC, pero si quieres probarlo, lo que necesitas es una copia de Internet Friendly Media Encoder.
Un simple vídeo de 14 minutos con resolución 720p que obtuve recientemente ocupa 197 megabytes. De acuerdo al reproductor, el vídeo fue creado usando el códec H.264, muy popular en estos días. Hasta ahora, el rendimiento de H.264 ha sido impecable, pero si estudiamos un poco más de cerca su historia, descubrimos que ya tiene más de diez años de edad. Este detalle no lo coloca en una buena posición de cara a exigencias futuras como el vídeo 4K. Por suerte, los expertos en compresión de vídeo no se han quedado cruzados de brazos. H.264 ya tiene un reemplazo oficial, llamado HEVC, siglas para High Efficiency Video Coding. El códec fue ratificado como estándar en abril de 2013, y su ventaja principal es la de duplicar la compresión de datos en comparación con H.264, conservando el mismo nivel de calidad. Por supuesto, cualquier evaluación final sobre calidad depende exclusivamente del usuario, pero si un vídeo de dos gigabytes puede ser reducido a la mitad sin perder sustancia, HEVC se perfila para convertirse en algo muy grande.
¿Quieres hacer la prueba y comprimir un par de vídeos? En ese caso, el software Internet Friendly Media Encoder es tu principal aliado. Más allá de sus parámetros avanzados, lo cierto es que IFME es muy sencillo de usar. El proceso se reduce a cargar el vídeo que deseamos convertir, establecer la ruta de destino, y presionar Start. La pestaña de vídeo revela varias opciones para optimizar la calidad. El sitio oficial posee documentación al respecto, pero en general los valores son fáciles de interpretar. Algo similar sucede con el audio, que puede ser convertido a FLAC y Ogg Vorbis, o mantenerse intacto. IFME también ofrece la posibilidad de integrar subtítulos, y la pestaña de la consola revela el trabajo sucio.
Los dos grandes problemas que todo usuario debe enfrentar al trabajar con HEVC son compatibilidad y tiempo. La lista de reproductores con soporte HEVC se está haciendo más larga, pero deberías realizar algunas verificaciones primero. En cuanto al tiempo, digamos que codificar en HEVC es un ejercicio de paciencia. Aún con la opción más rápida, el vídeo de 14 minutos demoró poco más de media hora sobre un procesador dual-core a 3.5 GHz. De más está decirlo, cuanto más poderoso sea el hardware, más corta será la espera, pero IFME y HEVC van a necesitar la ayuda de nuestras tarjetas gráficas en el futuro.