De una forma u otra todos vamos a dejar este mundo, pero salvo casos extraordinarios, lo más probable es que puedas decidir tu destino final. ¿Prefieres ser enterrado siguiendo ritos tradicionales? ¿Cremado y arrojado al mar o a los vientos? ¿O tal vez… considerarías otra opción? Gracias a una nueva serie de cambios en las leyes del estado de Washington, la «reducción orgánica natural» es ahora un método aceptado para procesar restos, y una compañía llamada Recompose ofrecerá el primer servicio de compost humano a partir de 2021.
La Biblia dice que venimos del polvo y al polvo regresaremos, ¿pero tiene que ser necesariamente ese el destino de nuestro cuerpo? ¿Polvo? ¿No hay acaso una alternativa más práctica o útil? Si consideramos parámetros monetarios, lo cierto es que el cuerpo humano tiene mucho valor, pero hoy hablamos de algo más básico: Compost.
En más de una ocasión hemos visto imágenes en redes sociales sobre enterrar cuerpos bajo los árboles para que sirvan como fuente de nutrientes, y desde cierto punto de vista, seguir viviendo después de la muerte. Ahora, una compañía llamada Recompose busca ofrecer un procedimiento similar, transformando cuerpos humanos en compost para que sus familiares y amigos puedan utilizarlo luego.
¿Cómo funciona exactamente? El cuerpo es colocado en una cápsula reutilizable, cubierta con restos de madera, alfalfa y heno. La cápsula es aireada, de modo tal que todos los microbios y bacterias asociadas al proceso de descomposición puedan hacer su trabajo sin dificultades. Una vez finalizado (tarda aproximadamente 30 días), el resultado es de unos 0.75 metros cúbicos de compost.
Las principales ventajas de Recompose son ambientales. En primer lugar, crear compost humano puede retener hasta una tonelada métrica de dióxido de carbono por cuerpo. También elimina la posibilidad de contaminar aguas subterráneas con los químicos utilizados en entierros tradicionales, y anula la emisión de CO2 durante la cremación o la fabricación de lápidas.
La compañía espera abrir su primera instalación en la primavera de 2021, y ofrecer tanto a los residentes del estado de Washington (que fueron beneficiados con una nueva ley) como a aquellos de diferentes regiones, una alternativa ecológica, y más alineada con los procesos naturales. ¿Podrá expandirse a otros lugares? ¿Crees que tendrá éxito? ¿Cómo te hace sentir la idea de ser compost «voluntariamente»?
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