El sistema operativo recomendado por la Fundación Raspberry para su serie de mini ordenadores es Raspbian, basado en Debian Buster. Pero la magia de Linux nos permite alcanzar niveles increíbles de personalización, especialmente en lo que se refiere a apariencia. Gracias a una colaboración entre Grayduck y Pi Lab, hoy tenemos a nuestra disposición dos excelentes variantes de Raspbian: Raspbian-X y iRaspbian, inspiradas en Windows 10 y Mac OS respectivamente, con algunas adiciones que merecen nuestra atención.
Una pregunta bastante frecuente en el mundo Raspberry Pi es si el mini ordenador puede ser realmente utilizado como sistema de escritorio. Hasta ahora, la respuesta general ha sido «sí, con algunos compromisos», ya sea técnicos o de apariencia. Sólo Linux tiene el potencial para aprovechar los recursos de un Raspberry Pi en forma eficiente, pero hay muchos usuarios allá afuera que no quieren renunciar a la familiaridad de Windows o Mac OS. Dicho eso… ¿qué tal suena un clon?
Clones de Windows 10 y Mac OS para tu Raspberry Pi 4
Hagamos un lugar para Raspbian-X y iRaspbian, dos variantes de la distro oficial Raspbian pensadas para el Raspberry Pi 4, que fueron diseñadas por Grayduck y Pi Lab. «Raspbian-X Night Hawk Edition» busca reproducir la experiencia de escritorio de Windows 10, mientras que «iRaspbian» favorece al entorno Apple. En ambos casos, el usuario encontrará una selección precisa de software, comenzando con Chromium Media Edition (navegador con soporte DRM que habilita el acceso a Netflix y otros servicios), GIMP y LibreOffice, virtualización de Windows 98 y Mac OS 9, y soporte mirroring para smartphones Android.
A eso se suma la presencia de Box86 (para emular x86), Retropie para quien necesite una buena dosis de retroconsolas, y una versión de desarrollo de Steam. Muchos juegos presentan errores al ejecutarse, y otros sufren cierta pérdida de rendimiento debido a la emulación x86, pero las cosas están mejorando de a poco. El canal ETA PRIME dedicó dos vídeos a ambas distros, y las ejecutó sobre un RPI 4 con overclocking a 2.0 GHz. Esa dosis extra de frecuencia no es obligatoria aunque definitivamente ayuda, por lo tanto, deberías tenerla en cuenta si decides probar a una de estas distros.
Y hablando de pruebas, no hay nada extraño en el proceso: Descarga las imágenes, transfiere el contenido a una tarjeta SD usando Etcher o similar, y enciende el Raspberry Pi 4. Falta poco más de un mes para que el RPi 4 cumpla un año en el mercado, y no es tan descabellado pensar en una nueva versión (a pesar de cierto virus). Si estos builds especiales de Raspbian ya se defienden bien en el hardware actual, nuestro entusiasmo de cara al futuro es muy grande.
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