Casi todos los tutoriales y proyectos enfocados en el Raspberry Pi comienzan del mismo modo… y es comprando el hardware. Debido a los costos de envío, impuestos aduaneros y otros tributos inesperados, la distribución del Raspberry Pi es una pesadilla en muchas regiones. Conociendo sus especificaciones, ¿qué tan difícil sería crear un emulador? La buena noticia es que Microsoft está trabajando en eso, aunque técnicamente califica como simulador. La mala es que se encuentra en una etapa muy temprana de desarrollo, por lo que necesitamos tener paciencia.
Aquellos usuarios que ya poseen un Raspberry Pi pueden pasar de largo a este artículo. Sí, es una manera extraña de comenzar, pero si cuentan con acceso directo al hardware, cualquier inconveniente en la creación de proyectos o el desarrollo de código debería ser resuelto fácilmente. En esta oportunidad, la prioridad son todos esos entusiastas que aún no han comprado un Raspberry Pi, ya sea por una cuestión de precio o de disponibilidad. En su versión más básica (eso sin contar a los modelos originales), el mini ordenador tiene 512 megabytes de RAM y un solo núcleo a 1 GHz. La idea de emular a un Raspberry Pi no es tan descabellada, pero reproducir sus especificaciones no es suficiente. La emulación debe alcanzar a «todo» el Raspberry Pi, incluyendo GPIO y puertos dedicados.
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Microsoft ya trabaja en un proyecto con esas características, y su nombre es Raspberry Pi Simulator. Esto deja en claro que aún se encuentra muy lejos de un emulador ideal, pero el entorno en línea que ofrece el gigante de Redmond es más que suficiente para experimentar con nuestro código. El sistema se divide en tres zonas: Ensamblaje (con un sensor BME280 y un LED), Código (allí se encuentra el editor) y Consola (que presenta la salida del código). El editor posee una muestra, pero su funcionamiento requiere la creación de un hub IoT en el portal de Azure, y una cuenta de Microsoft.
En lo personal, esta dependencia de Azure le resta un poco de atractivo al Raspberry Pi Simulator, y sus bordes filosos son demasiado evidentes, aunque el proyecto completo es open source, y cualquiera puede crear un fork. Más allá de las dificultades, creo que estamos listos para un emulador funcional de Raspberry Pi, y sería genial si Microsoft lo compartiera sin restricciones una vez terminado.
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