Se han hecho cosas muy locas con un Raspberry Pi, pero cuando un entusiasta tiene un canal en YouTube llamado «The Post Apocalyptic Inventor», además de acceso a tecnología antigua, los límites se derriten. En uno de sus últimos vídeos repasa todas las opciones de vídeo existentes para conectar un Raspberry Pi a diferentes pantallas. Todo va bastante bien hasta que cruza la frontera de la salida compuesta, e ingresa al territorio de un televisor alemán tan viejo como yo…
Ahora, ¿por qué es importante esto? Además de experimentar, aprender y reutilizar tecnología que de acuerdo al mercado debería estar tirada en un vertedero, la idea de conectar un Raspberry Pi a viejos televisores es muy interesante para aquellos que reproducen máquinas recreativas. Diseñar una pequeña cabina y colocar un panel LED o LCD en su interior no es tan complicado (de hecho, hay diseños disponibles en la Web sin cargo), pero todos sabemos que los juegos clásicos se ven «mejor» en un tubo de rayos catódicos.
Por lo tanto, quien tenga la posibilidad de posar sus garras sobre un TV color de 14-21 pulgadas y trabajar a su alrededor, podría obtener una experiencia más «fiel» a la original. El Raspberry Pi tiene dos vías principales de salida en su vídeo: El conector HDMI, y una salida compuesta que dependiendo de la versión, se encarga solamente del vídeo (con un RCA amarillo), o del conjunto audio-vídeo usando un conector de 3.5 milímetros y cuatro contactos.
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El vídeo publicado por «The Post Apocalyptic Inventor» en YouTube comienza de forma sencilla: Un monitor con entrada HDMI, el Raspberry Pi conectado allí por un simple cable, y eso es todo. Después pasa al conector VGA de otros monitores, pero eso es (dentro de todo) fácil de solucionar con un convertidor HDMI-VGA. Ahora, las cosas se ponen mucho muy interesantes al utilizar un televisor con una entrada de vídeo SCART, algo que muchos de nuestros lectores en Europa deben recordar. Una vez más, el Raspberry Pi se conecta gracias a un adaptador que convierte SCART a RCA «y» que posea un interruptor de entrada-salida, además de un cable de 3.5 milímetros (cuatro contactos, el diagrama está en la Web si prefieres construir uno) a RCA.
Su última parada en esta locura de vídeo al estilo Fallout es un televisor alemán WEGA fabricado en 1980. Un diseño robusto y hermoso, sin mencionar que es un verdadero milagro verlo funcionando a la perfección. La única entrada de vídeo en ese televisor es su conector de antena RF. Técnicamente, los Raspberry Pi no poseen un modulador RF, por lo tanto, las opciones son adquirir uno (entre 15 y 20 euros por uno genérico), o rescatarlo de algún dispositivo antiguo, como una videocasetera. La opción del rescate requiere varios ajustes sobre el modulador (después de todo, no fue hecho con la idea de ser conectado en un Raspberry Pi), pero el vídeo da una tercera alternativa, que es un modulador controlado por PLL ideal para televisores UHF (de lo contrario, en VHF debemos usar los canales 2, 3 o 4).
La última parte es, obviamente, realizar ajustes en el sistema operativo. Una línea en el config.txt de Raspbian cambia de NTSC a PAL, y otros parámetros corrigen el «overscan», para que todo el contenido aparezca en la pantalla. Una vez hice algo parecido con una PlayStation 1 y un televisor blanco y negro. Jugar Resident Evil en esa pantalla valió la pena cada segundo. Si tienes un Raspberry Pi, ¡haz la prueba!
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