Nuestros amigos lectores se sumaron rápidamente para hacer sus recomendaciones en el artículo sobre administración de ordenadores sin hardware extra, y en un par de ocasiones se repitió el nombre Radmin. Mientras trato de averiguar cómo puede ser que un programa con más de 15 años en el mercado se me haya escapado de esa manera (!), les comento que Radmin es una alternativa sólida, con un gran rendimiento, y compatible con Windows 10.
Todas nuestras entradas en las que recomendamos una pieza de software u otra siempre tienen lugar para un programa más. En lo personal admito que paso hasta el último segundo frente al ordenador, y cada aplicación es evaluada (sea en una terminal aparte, o como mínimo en un entorno virtual), pero nunca hay que «cerrar la puerta» por el simple hecho de que puede haber algo mucho mejor allá afuera. Así fue como nuestros lectores colocaron sobre la mesa el nombre Radmin, un administrador remoto cuyo desarrollo comenzó en el año 1999 a cargo de Dmitry Znosko, y con distribución oficial a cargo de Famatech, compañía de la que Znosko es CEO.
Radmin entrega una amplia cantidad de funciones, pero honestamente uno queda sorprendido con la facilidad de uso y configuración. El software está disponible en un paquete «completo», que incluye visualizador y servidor, o como alternativa es posible descargar ambos elementos por separado, ideal en aquellos casos donde el usuario tiene bien definidos los roles de sus terminales (por ejemplo, si desea que el ordenador de escritorio se conecte a un portátil, pero no al revés). Radmin posee la capacidad de usar las credenciales de seguridad de Windows, aunque en mi caso preferí crear usuarios nuevos y dejar que Radmin administre todo ese aspecto. Una vez cargado el «módulo servidor» en el ordenador remoto, el proceso se reduce a ingresar el número IP, nombre de usuario y la contraseña. Radmin utiliza de fábrica el puerto 4899, pero puede ser modificado para evitar conflictos con otros programas.
El resto, sensacional. Su rendimiento bajo red LAN local es impresionante, y en caso de existir problemas de latencia, el usuario tiene la posibilidad de reducir la calidad de imagen y disminuir el ancho de banda. Para ser honesto, creo que su único «problema» es el precio. El programa ofrece mucho, pero 49 dólares por una licencia que habilita el acceso a un solo ordenador remoto es un poco más salado de lo que esperábamos. Aún así, Radmin brinda un trial de 30 días. Descarga una copia, y comprueba por tu cuenta si vale lo que pide.