En los últimos días de octubre hablé sobre la tarjeta gráfica Radeon R9 290X, con sólidas especificaciones y un precio excelente. Pero ese no era más que el modelo de referencia. En los últimos meses, varios fabricantes se han dedicado a alterar y optimizar la configuración de esta tarjeta, y una de las expresiones más recientes es la Sapphire R9 290X VAPOR-X, cuyo aspecto principal se encuentra en sus 8 gigabytes de memoria GDDR5.
Recuerdo perfectamente el día que compré mi tarjeta Voodoo 1, o mejor dicho, la famosa Diamond Monster 3D. Cuatro megabytes de pura gloria tridimensional a través de un puerto PCI y un cable externo que se conectaba a la tarjeta gráfica principal. Después di el salto a la Monster 3D 2 de ocho megabytes, y eventualmente llegué a la Voodoo3 3000 (16 MB) con interfaz AGP. La llamada “generación 30 plus” sabe muy bien de lo que estoy hablando, pero le pido a los más jóvenes que traten de visualizar esto: Lo que hoy se devoran cuatro imágenes de alta resolución, definían toda la memoria de vídeo disponible en una de las piezas de hardware más importantes de la época. Actualmente, tenemos ordenadores que adoptaron el formato de tarjeta gráfica, y a pesar del estado en el que se encuentra el mercado de las PCs, todo parece indicar que las especificaciones de los últimos modelos seguirán evolucionando. La semana pasada, Nvidia lanzó a su GeForce Titan Black. Todos los núcleos del GK110 liberados en una furia de 7.100 millones de transistores, 384 bits de bus, y seis gigabytes de RAM. ¿Asombrado? Entonces espera, porque la locura no termina ahí.
Cambiemos rápidamente de acera. AMD está teniendo algunos problemas a la hora de cubrir la demanda sobre su Radeon R9 290X. Además de ofrecer la mejor combinación entre precio y rendimiento, los entusiastas de las monedas virtuales las compran como si fueran caramelos. Algunos OEMs están convencidos de que pueden tentar a muchos jugadores, si el “premium” es el adecuado. En el caso de Sapphire, lo que está a punto de salir al mercado es la Radeon R9 290X VAPOR-X. Sapphire ya ofrece unas cuantas variantes de la R9 290X (especialmente en la familia Tri-X), pero todas tienen algo en común: La memoria de vídeo llega hasta los 4 GB en GDDR5. Bajo ciertas aplicaciones, 4 GB es una cantidad de memoria escalofriante, pero la Sapphire R9 290X VAPOR-X va más allá, y llegará a las estanterías con 8 GB de memoria. ¿Qué podría llegar a demandar semejante incremento en la VRAM disponible?
La respuesta es sencilla: 4K. Multiplicar por cuatro la cantidad de píxeles no es algo que se pueda hacer por arte de magia, y las texturas necesitan “descansar” en alguna parte. Tampoco olvidemos que muchos entusiastas están conectando más de un monitor a sus ordenadores para alcanzar esa resolución, y la única opción que le queda a los paneles dedicados es seguir bajando de precio a medida que la demanda se incremente, por lo tanto, las tarjetas gráficas deberán estar a la altura de las circunstancias. Sapphire decidió guardarse los detalles de precio y fecha de lanzamiento por el momento, pero no creo que eso dure mucho. Es una bestia, y todos queremos saber más.
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