¿Quién no ha soñado con diseñar su propio superordenador? Si formas parte de ese grupo de locos del hardware que alguna vez fantaseó con conectar entre sí decenas de microprocesadores, agregar terabytes de RAM y petabytes de espacio en el disco duro, Rack-a-Node -un videojuego online de la Purdue University– seguramente se convertirá en tu nuevo vicio.
Un grupo de estudiantes de ciencias de la computación, pertenecientes a la Purdue University (EE.UU.), tuvieron la excelente idea de crear un juego online cuyo argumento consiste en gestionar los recursos necesarios para la construcción de un superordenador virtual. A lo largo del juego, el participante se ve obligado a tomar decisiones que serán fundamentales para que su invento funcione correctamente y pueda encarar con éxito los diferentes desafíos que se le plantean. Al igual que en otros juegos, se comienza con una determinada cantidad de dinero (más bien escasa) con la que comprar piezas y, a través de diferentes niveles, se podrán ir completando tareas que nos permitirán mejorar nuestras finanzas. Una serie de “racks” vacíos, dispuestos en tres grandes torres, forman la estructura encargada de albergar los diferentes subsistemas de nuestro superordenador.
El juego está programado en flash, y aunque gráficamente no es nada de otro mundo, dispone de una temática lo suficientemente adictiva como para pasar un par de horas frente a la pantalla sin casi darnos cuenta. En realidad, los muchachos de la Universidad utilizaron este videojuego como parte del Cluster Challenge que formó parte de una conferencia sobre supercomputadores el año pasado, y los equipos de diferentes universidades compitieron entre sí para ver quién era capaz de crear el mejor superordenador. Como sea, el juego ha quedado en línea para quien quiera disfrutarlo de forma libre y gratuita.
“Rack-A-Node pertenece a esa clase de juegos que captura la esencia de las competencias de superordenadores”, dijo Kyle Bowen, miembro del equipo que desarrolló el juego.“El jugador debe ser capaz de optimizar la arquitectura de su superordenador para que sea eficiente en la tarea que está realizando en cada momento,” agrega. Algunos de los desafíos que debe enfrentar nuestro superordenador virtual incluyen el desarrollo de nuevas moléculas, la gestión de modelos destinados al análisis del cambio climático o la generación de animaciones en 3D. Cada tarea necesita de determinadas capacidades de cálculo o diferentes cantidades de memoria, que el jugador debe ir dosificando adecuadamente para llevar el experimento a buen puerto.
Si bien en algunos aspectos el juego es poco realista, a grandes rasgos su desarrollo se parece mucho a las decisiones que realmente tienen que tomar los ingenieros encargados de crear estas súper máquinas. Si quieres saber lo que se siente al estar en los zapatos de uno de esos tíos que tienen en sus manos el poder de crear estas verdaderas bestias de la informática, no lo dudes: juega un par de partidas con Rack-A-Node y luego nos cuentas qué tal te fue.
