Los navegadores web han sido diseñados para que el usuario pueda hacer un uso completo del ratón sobre ello, sin escatimar en cosas como pulsación de botones o acciones de desplazamiento. Sin embargo, el concepto de explorar la red y extender la funcionalidad de los navegadores a través de comandos de teclado no es algo completamente desconocido. Quix permite exactamente eso: Ejecutar comandos ingresados con el teclado para visitar diferentes páginas, abrir servicios específicos, e incluso configurar nuestros propios comandos personales.
Hemos insistido en varias ocasiones que utilizar el teclado de forma fluida permite al usuario realizar operaciones con mucha más rapidez que utilizando el ratón. Obviamente, las ventajas del ratón y su facilidad de uso no pueden ser cuestionadas, pero lo mismo sucede con el teclado. Aquel que sepa dominarlo y que conozca varios de sus atajos, podrá hacer más y en menor tiempo. Llevar este beneficio a los navegadores web ha sido particularmente difícil. Por donde se los mire, los navegadores web actuales dan la bienvenida a cualquier dispositivo de puntero que se utilice, incluyendo a nuestros propios dedos en caso de lidiar con una interfaz táctil. Mozilla implementó un interesante sistema de comandos para Firefox a través de la extensión Ubiquity, que además de interpretar diferentes tipos de órdenes, también permitía al usuario expandir sus capacidades. Sin lugar a dudas se puede decir que Quix es una especie de clon de Ubiquity, pero además de tener comandos diferentes, hay un detalle importante: Quix funciona con todos los navegadores.
Para utilizar a Quix sólo es necesario visitar su página oficial y arrastrar el icono de Quix hacia la barra de marcadores del navegador. JavaScript se encarga del resto, y con sólo hacer clic sobre el enlace se abre una nueva ventana en la que es posible ingresar los comandos. Lamentablemente, Quix no deja mucho lugar para la intuición. El primer paso es, inevitablemente, escribir "help" para conocer sus comandos básicos y avanzados. Muchos de estos comandos se encuentran asociados a diferentes servicios como los que ofrece Google, pero también hay vínculos a redes sociales como Facebook y Twitter. Otros de los servicios integrados a los comandos de Quix son WordPress y algunos sistemas de reducción de enlaces como bit.ly.
Un detalle importante a destacar sobre Quix es que también permite que el usuario cree sus propios comandos, aunque dicha tarea es algo que sólo los usuarios avanzados de Quix podrán llevar a buen puerto. Un extra muy interesante es que Quix es compatible con el navegador del iPhone, lo que permite expandir un poco más las capacidades de ese móvil a la hora de visitar la red. En cuanto al resto de las plataformas, es sencillamente una cuestión de gustos. Cada navegador tiene sus propios atajos de teclado, y las barras de búsqueda permiten que se pueda acceder a Google y otro tipo de buscadores sin siquiera tocar el ratón. ¿Esto hace que Quix sea algo superfluo? No necesariamente, aunque hay que admitir que los usuarios que decidan utilizarlo probablemente sean una minoría. Suficiente desafío representa utilizar al teclado sobre el sistema operativo y sobre otras aplicaciones en general, para que alguien se tome la molestia de abrir una línea de comandos y comenzar a escribir. Quix es interesante, pero es para unos pocos. Esa es la realidad.
