Conocemos la historia muy bien: Microsoft le bajó el pulgar a su campaña para instalar Windows 10 sin cargo el 29 de julio de 2016. Sin embargo, esa es apenas la posición oficial. Varios entusiastas han descubierto que los servidores de activación siguen funcionando como si fuera el primer día, a lo que debemos sumar las imágenes obtenidas a través del uso de opciones de accesibilidad. Por supuesto, esto no habilita el uso de copias piratas, pero si hay alguien interesado en probar Windows 10, debe saber que la puerta no se cerró.
Windows 10 aún debe cruzar la barrera del 25 por ciento. Hubo una época en la que el anuncio de un nuevo sistema operativo de Microsoft movilizaba rápidamente a los usuarios, pero ahora sucede lo contrario. El gigante de Redmond cometió varios errores con Windows 10, y entre los más importantes encontramos a su agresiva campaña de actualización. GWX se ganó un lugar muy especial en el infierno informático, por más que su actividad haya concluido. Todos los nuevos ordenadores que me he cruzado en los últimos meses (de escritorio, portátiles, AIO, híbridos, etc.) vienen con una licencia de Windows 10, y a medida que ese hardware se sume al circuito, los números del sistema operativo mejorarán. Pero el proceso es lento, y sabiendo ese detalle, honestamente no nos sorprende el hecho de descubrir que la oferta para instalar Windows 10 sin cargo continúa activa.
Los requerimientos siguen siendo exactamente los mismos: Una instalación de Windows 7 o Windows 8.x con licencia legítima y activada. Cuanto más limpias estén esas instalaciones, mayores serán las probabilidades de éxito del upgrade (muchas instalaciones «por la mitad» de Windows 10 que encontré fueron provocadas por el mal estado en el que se encontraba el sistema previo), pero una vez actualizado, el ordenador recibirá una «licencia digital» que quedará asociada en forma permanente para facilitar activaciones posteriores de Windows 10. Esta fue la ruta que yo tomé pocos días antes de que terminara la oferta: Instalé Windows 8.1 desde cero en un disco duro alternativo, lo actualicé a Windows 10, y luego cloné el contenido a una nueva unidad de estado sólido.
Ahora, ¿por qué Microsoft simplemente no decidió extender la oferta de manera indefinida? Tal vez la compañía debe obedecer a algunos límites legales, sin embargo, la página oficial que brinda acceso a copias gratuitas de Windows 10 bajo la etiqueta de «tecnologías de asistencia» (léase «opciones de accesibilidad») tiene el perfil de un bucle. Esa vía no posee límite de tiempo, y tampoco restringe las descargas a «tecnologías de asistencia específicas». De hecho, Microsoft ni siquiera se toma la molestia de comprobar si usamos esas tecnologías o no. Los usuarios más audaces tienen la opción de participar en el programa Insider. Se trata de versiones en una especie de «beta permanente», y si bien algo se puede llegar a romper en el camino, tampoco tienen vencimiento.
