Con el avance de las unidades de estado sólido y la caída en los precios de los discos duros convencionales, no es complicado sumar almacenamiento adicional. Sin embargo, hay usuarios que se las arreglan para consumir hasta el último byte. Una pregunta clásica de mantenimiento es cuánto espacio debería quedar libre en una PC con Windows. Lamentablemente, no resulta tan fácil de responder porque el software es un blanco en constante movimiento, pero eso no nos ha detenido antes…
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«No tengo espacio, ¿qué hago?»
Todos los usuarios de ordenadores hemos vivido esa situación en carne propia. Adquirir unidades adicionales es cuestión de buscar la mejor relación precio-rendimiento, pero si el presupuesto es demasiado ajustado y no es posible invertir en una unidad secundaria, siempre podemos llevar a cabo una gestión más estricta y analizar el espacio en disco con WizTree, que identificará los elementos más problemáticos en segundos.
Cuando el espacio escasea, la unidad de sistema empieza a guardar vídeos, juegos, música e imágenes, pero ese contenido compite con el propio Windows, sus actualizaciones masivas, y cada cambio que Microsoft decide a dedo. Entonces, ¿cuál es el límite? ¿Cuánto espacio libre debe quedar para que las cosas funcionen de forma más o menos decente?
¿Cuánto espacio deberías dejar libre en tu PC?
Siendo honesto, creo que ni siquiera en Microsoft saben con certeza. En Redmond se han limitado a sugerir parámetros de «espacio mínimo» para ciertas tareas (como las instalaciones), pero no hay mayores precisiones. Tal vez su dato más firme sea al momento de desfragmentar. La documentación oficial (ahora disponible vía Archive.org) indica que el desfragmentador necesita un 15 por ciento del espacio libre para el proceso completo, o de lo contrario realizará una desfragmentación parcial.
En el caso de las unidades de estado sólido, esto es irrelevante porque no requieren una desfragmentación clásica, y hay viejas guías que apuntan a un 25 por ciento de espacio libre, aunque en los últimos años los SSDs han mejorado su velocidad «y» capacidad, dejando atrás los fantasmas de la degradación.
Los discos duros tienen mucha tela para cortar
Al mismo tiempo, debemos destacar que ya no conviene hablar de porcentaje, sino de espacio neto. Después de todo, el 15 por ciento de 3 TB son 450 gigabytes, y no tiene sentido desperdiciarlos siguiendo una regla arbitraria de procedencia dudosa, aún si se trata de una unidad lenta.
¿Qué quiero decir con «lenta»? Una de las principales sugerencias para acelerar a un ordenador es reemplazar su disco duro de sistema con un SSD. Ese cambio es especialmente útil en ordenadores portátiles, ya que la mayoría de los fabricantes utiliza discos de 5.400 RPM. Ahora, si ese disco se encuentra en buenas condiciones, defintivamente puede ocupar otro rol.
Piensa en aplicaciones de alta densidad y baja velocidad de acceso. Películas, series música. Colocar un SSD a todo es muy tentador, pero sería un gran error dejar dormir a un disco de 1 TB cuando nos falta espacio. Sólo necesita ser llenado con la información apropiada.
En resumen
Con una estrategia de almacenamiento adecuada, descubrirás que jamás estarás obligado a responder la pregunta original… pero si en verdad quieres mi opinión, sólo diré «todo el que te puedas permitir, sin exagerar».
Todos sabemos que un disco duro funciona mejor cuando está vacío. Sus velocidades no son constantes, y si agregamos una partición repleta de datos combinada con los efectos de la fragmentación, su rendimiento inevitablemente decae. Pero esa pérdida es mucho más tolerable si enfocamos el uso del disco en el almacenamiento de datos que no demandan altos niveles de burst, o tiempos de acceso muy bajos.
Dicho eso, la unidad con el sistema operativo, el archivo de intercambio y el archivo de hibernación necesita responder lo más rápido que pueda. Aquí es cuando brilla la combinación híbrida de SSD+HDD. Un buen estado sólido para Windows y juegos, acompañado por un disco duro encargado de acompañar lo más pesado en tu sistema, formarán un equipo fabuloso.