Estamos a pocas horas del estreno de Endgame, y como era de esperarse, millones de fans corren para ponerse al día con el Universo Cinemático Marvel, o repasar detalles olvidados. Sin embargo, el chasquido de Thanos quedó grabado a fuego en nuestras mentes. Se supone que el titán ganó al borrar la mitad de la vida en el universo, ¿pero qué tan efectiva fue su solución? De acuerdo con varios expertos en paleontología, biología, ecología, evolución y comportamiento animal, lo único que logrará el déspota es terminar muy decepcionado…
Un rápido repaso: Thanos coloca la última gema en el guante, Thor lanza el hachazo, el asgardiano se pone a hablar (!), Thanos encuentra tiempo para burlarse de la puntería de Thor aún con Stormbreaker en su pecho (!!), y snap… medio universo convertido en polvo.
El titán se salió con la suya, y al final «vio el amanecer en un universo agradecido», pero todos sabemos que su paz no durará mucho. Ahora, existe un problema de fondo que necesitamos explorar. Los responsables de la historia (con Kevin Feige, presidente de Marvel Studios a la cabeza), confirmaron que el chasquido de Thanos no se limitó a «vida inteligente», sino que eliminó el 50 por ciento de *toda* la vida, incluyendo plantas y bacterias. Entonces, ¿qué pasaría si Thanos lograra hacer algo así hoy en la Tierra? En primer lugar, condenarse a repetir el proceso una y otra vez.
Partiendo desde una base matemática elemental, el crecimiento de la especie humana es exponencial. En 200 años la población se multiplicó por 7, mientras que para duplicarse de 3.000 a 6.000 millones necesitó apenas cuatro décadas (1960-2000). De acuerdo con Ken Lacovara, paleontólogo de la Universidad Rowan, dicho crecimiento también se extiende a muchas otras especies, por lo tanto, la estrategia anti-malthusiana de Thanos es deficiente, aunque eso no evitaría efectos a escala planetaria. Janet Hoole, experta en comportamiento animal y evolución humana de la Universidad de Keele, explica que una purga de ese tipo causaría una pérdida de balance en algunas especies, dependiendo de sus técnicas de supervivencia. Aquellas con cierta abundancia de ejemplares jóvenes y que no pasan un largo tiempo como «padres» podrán superar a aquellas especies con una menor cantidad de descendientes.
¿Ejemplos? Insectos, canguros, ratas y conejos. El ecólogo James Faulconbridge menciona que un tipo de rana puede producir 20.000 huevos en una sola temporada, y por más que una buena parte de ellos sean devorados, podrían restaurar la población completa en menos de un año. Lacovara suma el dato de los mosquitos: El chasquido de Thanos sería insignificante para ellos, regresando a niveles previos en solo un verano. Por el contrario, otras especies quedarían condenadas a la extinción. Tigres, rinocerontes de Java, el gibón de Hainan y muchas más sufrirían un golpe letal debido a la pérdida de parejas viables y diversidad genética. En un nivel más bajo, el microbiólogo Ben Libberton indica que un recorte tan profundo podría quebrar el equilibrio en la flora intestinal, permitiendo el crecimiento de bacterias que antes estaban reprimidas por la competencia natural entre ellas. Aún más seria es la situación de los microbios que son parte del ciclo de nutrientes, y de la fijación de nitrógeno en el suelo y el océano.
Dicho todo esto, los expertos coinciden en que el chasquido de Thanos en la Tierra no es nada frente a los procesos de extinción masiva que afectaron al planeta en el pasado. La llamada «Extinción del Pérmico-Triásico», también conocida como La Gran Mortandad, acabó con el 96 por ciento de la vida marina y el 70 por ciento de los vertebrados terrestres, pero aquí estamos. La crisis actual de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación arrastran un potencial destructivo mucho más amplio que el de Thanos con su chasquido, y siendo honestos, borrar media humanidad podría ayudar a algunas especies en peligro.
En resumen… no. Purgar medio universo no fue una buena idea. Peor aún, en el proceso Thanos eliminó gran parte de esos recursos a los que buscaba liberar para los sobrevivientes. Una aproximación más lógica hubiera sido bloquear el crecimiento exponencial y «programar» un desequilibrio entre las tasas de natalidad y mortalidad, favoreciendo al segundo parámetro. En otras palabras, colocar a la vida en déficit hasta alcanzar cierto nivel universal, y reactivar ese déficit automáticamente cada vez que sea necesario. Una solución mucho más sutil… casi natural.
Fuente: Earther
