Los esfuerzos de retrocompatibilidad por parte de Microsoft han sido extraordinarios, sin embargo, hay muchos elementos que simplemente dejaron de funcionar. Por ejemplo, si tratas de ejecutar un programa de DOS y 16 bits en un entorno x64 de Windows recibirás un error, pero si el build de Windows es de 32 bits y dejamos que NTVDM haga de las suyas, la historia será diferente… incluso para aquellos viejos virus que sembraron terror absoluto en nuestros corazones. La pregunta es: ¿Qué tan efectivos son en estos días?
Por razones obvias, cualquiera que intente reproducir este experimento debería llevarlo a cabo en un ordenador separado y desconectado de la red local. El responsable del canal Nostalgia Nerd hizo exactamente eso al adquirir un PC basado en un Ryzen 5 3400G con 8 GB de RAM en single channel, y una unidad de estado sólido. Instalar Windows 10 de 32 bits y mantener ese single channel son muy malas ideas (en especial si planeamos usar el vídeo integrado), pero el entorno resulta más que adecuado para jugar con viejos virus.
La furia de los virus clásicos, hoy
Ahora, el famoso Malware Museum cuenta con docenas de ejemplos si quieres «disfrutarlos» desde el navegador, pero fueron completamente neutralizados. El plan es instalar malware para DOS en Windows 10 sin modificaciones, de modo que si aún conservan cierta capacidad de daño, puedan desplegarla sin restricciones. Ahí es cuando interviene el «clásico» portal VX Heaven, derribado y restaurado en múltiples ocasiones. Las copias de su base de datos de malware siguen flotando en la Web, y con una búsqueda básica es sencillo localizarlas.
Los virus que se dedicaban a infectar archivos .COM parecen funcionar… con algunos detalles. Por ejemplo, Ambulance presenta su animación, pero la infección .COM queda atrapada en un bucle, creando copias de sí mismo hasta que el .COM original de unos pocos bytes pasa a ocupar 20 o 30 megabytes con facilidad. El perturbador Casino trabaja arrojando un par de errores, y al no encontrar una FAT para destruir, no hace demasiado que digamos. En cambio, DOSBox presenta un espacio más «amigable». LSD realiza múltiples copias en el directorio ocupando 1.600 bytes, pero también logró infectar archivos .EXE más grandes.
El último paso del experimento es ejecutarlos todos al mismo tiempo (6745 muestras, con duplicados eliminados)… con un hermoso desastre como resultado. Entre los virus infectándose entre sí, los archivos .COM aumentando drásticamente de tamaño, y la pérdida natural de recursos ante semejante tarea, el ordenador quedó de rodillas, con vídeo corrupto, problemas de conectividad, y extraños archivos en el escritorio de Windows. En resumen, si decides hacer esto en casa, recuerda que la solución definitiva es la diplomacia de la teniente Ripley.
(N. del R.: De nuestros archivos, publicado originalmente en julio de 2020. Apenas había comenzado la pandemia, pero ya es «archivo» en nuestras cabezas. Uffff…)