Bucear es una experiencia maravillosa… aunque no está libre de riesgos, y requiere que estudiemos algunos conceptos básicos antes de comenzar. Uno de ellos es el comportamiento de nuestros pulmones bajo el agua. El canal del ilusionista y buzo profesional Christian Wedoy nos explica cuál es el peligro que corremos al contener la respiración durante el buceo, y en especial a la hora de ascender.
Un experimento bastante común consiste en inflar un globo y llevarlo bajo el agua. La presión del líquido a su alrededor (equivalente a unas dos atmósferas a 10 metros de profundidad) hace que el volumen del gas disminuya, y el globo se vuelva más blando por así decirlo. En la dirección contraria, si inflamos un globo bajo el agua y dejamos que ascienda, su volumen comenzará a aumentar, y en el peor de los casos terminará explotando por que no es capaz de resistir la expansión una vez que alcanza la superficie. Simplemente, es la ley de Boyle-Mariotte en acción, pero existe un pequeño detalle: Cuando buceamos, nuestros pulmones también deben obedecerla.
Un reciente vídeo publicado por el ilusionista Christian Wedoy nos ayuda a entender esto. En una sesión normal de buceo tomamos aire en la superficie, bajamos un poco, nuestros pulmones se comprimen, y al ascender regresan a sus parámetros originales. Sin embargo, cuando pasamos al terreno del submarinismo y llevamos con nosotros un tanque de oxígeno, al respirar a 10 metros de profundidad, los cinco litros de volumen (en promedio) pasarán a ser diez si decidimos regresar a la superficie conteniendo la respiración. Lógicamente, nuestros pulmones tienen un límite, y ante semejante aumento de volumen sufrirán un desgarro, liberando oxígeno en la cavidad torácica. De más está decirlo, podríamos terminar muertos sin el tratamiento adecuado.
En resumen, regla fundamental: No debemos contener la respiración durante el ascenso. Todo lo contrario… la idea es exhalar a medida que nos acercamos a la superficie para que nuestros pulmones puedan ajustar su relación presión-volumen con total libertad. Lo último que necesitas es que tus pulmones se comporten como los globos que explotan en el vídeo.
Muy interesante. No conocía el dato.
Muchas gracias.
No like Water… i’m a cat…
Cats are like water