Uno de los aspectos más maravillosos del fútbol es que con un balón juegan todos. Los arcos pueden ser definidos con piedras, camisetas, o cualquier cosa que se mantenga inmóvil. De hecho, el «balón» sólo necesita ser un objeto lo suficientemente esférico o redondo como para acompañar a la acción. Sin embargo, imagina por un momento que el balón es en realidad una función de onda atrapada en un sistema cuántico, y que los «goles» se marcan a pura probabilidad. Bienvenido a Quantum Soccer.
Con la introducción del VAR, las reglas del fútbol están siendo analizadas como nunca antes. Uno de los puntos más controvertidos sigue siendo el off-side o fuera de juego: El margen natural de interpretación que existe en estas jugadas choca de frente con el perfil absoluto del VAR, dando lugar a goles anulados por un hombro o media rodilla. ¿La solución? Cambiar las reglas: La nueva «Variante Wenger» sugiere marcar un off-side sólo cuando el cuerpo entero del atacante supere al último defensor.
¿Pero qué sucede cuando el cambio de reglas no se detiene allí? Bueno, podríamos decir que nacen otras formas de fútbol. Fútbol con bicicletas (radball), fútbol con motos (motoball), fútbol-paddle (jorkeyball), fútbol con patines (roller soccer)… y fútbol cuántico. Al menos, eso es lo que propone el escritor de ciencia ficción Greg Egan. De más está decirlo, el fútbol cuántico no tiene una versión en la vida real, y sólo existe en la página personal del escritor, pero no deja de ser algo muy curioso.
Cómo (tratar de) jugar fútbol cuántico
La descripción oficial del fútbol cuántico indica que el objetivo del jugador externo (o sea, nosotros) es modificar la función de onda de un «balón cuántico», hasta que su probabilidad de ingresar a uno de los arcos se ubique por arriba de un umbral arbitrario. ¿Cómo se logra esto? Utilizando el movimiento de los jugadores en el campo para alterar el espectro de energía de la función de onda. Cuando uno de esos jugadores se mueve a través del campo, la energía de esa acción provee o absorbe transiciones entre diferentes modos de la función de onda.
Aunque parezca mentira, «esa» es la explicación básica, una humilde traducción de lo que encontré en el sitio. Egan publicó las instrucciones necesarias para controlar a los jugadores que modifican la función de onda, y una serie de detalles matemáticos con fórmulas que lamentablemente me superan por completo, pero hay algo más: Una historia. Tal y como mencioné arriba, Egan es un escritor, y su cuento «Border Guards» explora el desarrollo de un juego de fútbol cuántico. No hay traducción al español, pero puedes encontrarlo aquí.
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