No tenemos estadísticas al respecto, pero seguramente la mayoría de los lectores de NeoTeo son adictos al cine y a los gadgets. Si perteneces a ese conjunto de personas, entonces ya puedes ir ahorrando para comprar tu Qingbar GP300, unas gafas que son al cine lo que el Walkman fue a la música.
Cuando ví a Tom Cruise recibiendo instrucciones en forma de video a través de unas gafas, en Misión Imposible, supe que es lo que necesitaba para disfrutar del cine en mis viajes, en la cola del banco o hasta en las aburridas horas de clases. Pero claro, en ese momento aun no se habían inventado.
Pues hoy ya puedo comprarlas. Qingbar GP300 es un producto que integra un par de pantallas LCoS y un reproductor multimedia en un armazón de gafas. La resolución de estas pantallas es de 432×240 pixeles, bastante menor a la que ofrece un DVD, pero al estar tan cerca de tus ojos, el efecto es impresionante. El fabricante asegura que son equivalentes a una pantalla de 50 pulgadas vista desde una distancia de 1.80 metros.
El Qingbar GP300 reproduce DivX (entre otros formatos), que puedes cargar en tarjetas Flash con formato mini SD. El sonido lo proporcionan un par de auriculares disimulados en las patillas. El peso no supera los 100 gramos (algo que tu nariz agradecerá), y la energía proviene de una batería de litio recargable.
Los formatos de audio soportados incluyen MP3, WMA9, IMA y AAC; y puedes reproducir videos en MP4, MPG, AVI y ASF. Puedes mirar imágenes JPG, y conectar las gafas a una TV para compartir tus videos o fotos con alguien más. Dispone de una conexión USB para cargar archivos, y un mando a distancia infrarrojos.
Lo mejor de todo es que su precio es bastante razonable: por unos 300 euros podrás sentirte Tom Cruise durante un rato.
