Una de las recomendaciones más frecuentes que recibimos a la hora de «revivir» un ordenador viejo es abandonar las plataformas de Microsoft y pasar a Linux, adoptando una de sus distros compactas. Entre ellas se destaca Puppy Linux, que lleva más de quince años en desarrollo, y marca todas las casillas: Es liviana, gratuita, relativamente fácil de usar, flexible, y se actualiza con frecuencia… en menos de 400 megabytes.
Un objetivo mayor en cualquier «mudanza» al mundo Linux es equilibrar o recalibrar las expectativas del usuario. Pensemos por un momento en ordenadores antiguos. Si no pueden recibir a las últimas ediciones de Windows aún con mejoras mínimas en su hardware (más RAM, un SSD, etc.), la única opción que nos queda (sin aumentar la crisis del e-waste) es obligarlos a ejecutar software más básico y eficiente. Linux tiene ese software, y el usuario debe adaptarse un poco. Así llegamos a «la» pregunta: ¿Cuál es la mejor distro Linux para estos casos? Colocar a una sobre otra garantiza una guerra nuclear a escala planetaria, por lo tanto, hoy nos inclinamos por la clásica recomendación de Puppy Linux, que acaba de lanzar a su última versión 8.0, BionicPup.
Puppy Linux: Más eficiente que nunca
Uno de los aspectos más llamativos (y avanzados) de Puppy Linux es que no se trata de una distro única, sino que es algo así como una distro de distros. El último build convencional se basa en Ubuntu 18.04 Bionic Beaver, pero si deseas reemplazar esa estructura por Slackware, Debian, Arch o Trisquel, puedes hacerlo utilizando la herramienta Woof-CE (que lamentablemente no es tan accesible). Ahora, ¿qué trae Puppy Linux de software? ¿Cuáles fueron las decisiones tomadas por su desarrollador? En primer lugar, Pale Moon es el navegador de cabecera. AbiWord y Gnumeric reemplazan a los paquetes de oficina tradicionales (aunque nada te impide instalar LibreOffice). JWM como administrador de ventanas, ROX ocupa el rol de explorador de archivos, mpv Media Player es el reproductor multimedia principal, mtPaint para editar imágenes, Figaro administra las contraseñas, y hay al menos media docena de juegos preinstalados.
Si sólo quieres evaluar a Puppy Linux sin explorar sus variantes, descarga la última copia de BionicPup 8.0 en 32 o 64 bits, y estarás listo. Una simple transferencia a un pendrive te permitirá ejecutarla en modo Live, y al cargar buena parte de su contenido en RAM, el rendimiento será excelente. Si te gusta lo que ves, abre su asistente y procede con la instalación normal. Recuerda: La imagen ISO ocupa menos de 400 megabytes.
Sitio oficial y descarga: Haz clic aquí
