Un grupo del Self-Organizing Systems Research Group de la Universidad de Harvard ha desarrollado un modelo de robot autónomo que imita a las termitas, tanto en su forma de moverse como en las características sociales de su labor, trabajando en conjunto con otros robots para crear pequeñas estructuras conocidas por ellos. En esta entrada vemos dos vídeos sobre cómo es y trabaja un Kali, integrante robótico del proyecto Termes, construyendo una mini escalera.
En la robótica vemos muchos ejemplos de cómo se utiliza el movimiento de los seres vivos y también algunas de sus actividades como musas inspiradoras, tratando de emular con artefactos y funciones mecánicas aquello que nosotros, los demás animales y otros componentes del grupo biótico hacemos con naturalidad. Lo más habitual es presenciar robots que pueden saltar, volar, correr, apuntar y hasta rodar para evadir ataques de predadores. La idea no es simplemente imitar, sino crear formas de traspasar nuestros propios límites físicos e ir más allá, creando incluso formas robóticas autónomas que pueden adaptarse a situaciones determinadas, como lo demuestra un proyecto de la Universidad de Harvard, que creó unos robots termitas que se hacen camino al andar construyendo una escalera .
El modelo de robot que se ha utilizado para este proyecto ha sido bautizado Kali, y es parte de un conjunto de robots termitas de escasas dimensiones que están programados para construir pequeñas estructuras de tamaños y dificultad variable, pero que por ahora se han hecho pruebas concluyentes sobre su valía al construir pequeñas escaleras, peldaño por peldaño. La idea principal del grupo de investigadores es crear un equipo de estos robots que trabajen mancomunadamente para levantar estructuras en tiempo record y sin requerir del control humano. Estos robots termita, que conforman el proyecto Termes, se mueven por un determinado espacio utilizando sensores de presencia y cálculo de distancias, pesos y otras variables a un nivel que todavía se encuentra muy inmaduro, pero que alcanza para detectar a los bloques especialmente construidos para que estos robots los levanten y los pongan en posición para crear la escalera.
Como habrás podido deducir, el nombre del proyecto está inspirado en el trabajo que hacen las termitas, que se alimentan de la celulosa contenida en la madera de los muebles y hacen gritar desesperadas a nuestras madres. Este tipo de insectos, son sociales, no porque tengan Facebook o alguna de esas cuestiones, sino porque trabajan en conjunto y sus colonias tienen diferentes status y relaciones entre ellas. Esto es lo que quieren generar los investigadores de la Universidad de Harvard con Termes, creando un ejército de robots arquitectos autónomos que puedan construir estructuras de modelos conocidos y programados utilizando un material determinado y de manera descentralizada. Ideal para situaciones de emergencia o lugares donde los humanos estén impedidos físicamente para trabajar. Además de la construcción en sí misma, se ve en el vídeo que robotitos también pueden trasladarse con solvencia y hasta trepar, por lo que las posibilidades de locomoción son extensas.
