Un circuito ideal para entrenar a nuestra mascota, o defendernos ante un ataque. Hace uso de la diferencia entre las frecuencias que pueden oír los perros y los humanos. Este proyecto es ideal para un sin fin de aplicaciones. Puede servir como un instrumento para entrenar canes o como un ahuyentador de estos animales si lo mantenemos encendido durante un tiempo prolongado.
Es bien sabido que los perros pueden oír sonidos de frecuencias mucho mas altas que las puede oír el hombre. Mientras que nosotros oímos frecuencias entre los 20Hz y 20.000Hz, los perros son sensibles a frecuencias comprendidas entre 30Hz y 50.000Hz.
Esa diferencia en las frecuencias que puede oír cada uno es aprovechada por nuestro silbato para llamar o “reprender” a nuestras mascotas, con un sonido que solo ellas pueden oír.
Básicamente, se trata de nuestro amigo, el NE555, funcionando como un oscilador astable, conectando sus pines 2 y 6 de manera que se genere un autodisparo. Esto provoca que en el pin de salida (3) una “onda cuadrada” que varia una cierta cantidad de veces por segundo. Esa es la frecuencia en la que funciona nuestro silbato, y esta dada por el valor de los componentes C1 (1 uF) y las resistencias de 22K y 820 ohms. Aquellos que estén interesados en conocer más sobre la forma en que funciona este integrado, pueden leer la nota correspondiente.
La frecuencia que determinan los componentes mencionados es de aproximadamente 30.000Hz, variando ligeramente por el pequeño error (aproximadamente un 5%) en el valor real de las resistencias y el condensador. La temperatura también puede hacer variar muy ligeramente la frecuencia de operación, pero nunca tanto como para seamos capaces de oír el silbato o que nuestra mascota no lo oiga.
Hemos incluido un LED, con su correspondiente resistencia limitador de corriente, para tener una indicación visual de que el silbato esta sonando.
La construcción del proyecto comienza fabricando la pequeña placa de circuito impreso mediante el método de costumbre. Luego, soldaremos los componentes, cuidando que la orientación del circuito integrado (que puede ir sobre un zócalo) y la del LED. Luego podemos agregar los demás componentes, dejando para lo último el buzzer piezoeléctrico y el clip para la batería de 9 volts. En los esquemas que adjuntamos encontrara la información necesaria para no cometer errores.
Respecto del buzzer, al adquirirlo debemos tener cuidado de que sus especificaciones incluyan la operación por lo menos hasta los 40.000Hz, si no el proyecto no funcionará.
Una vez que hayamos montado todo, podemos colocar la batería y pulsar momentáneamente el pulsador SW1. Si el LED enciende, significa que hemos montado todo correctamente. Si hay algún perro cerca, seguramente veremos que reacciona al ultrasonido.
Si vamos a utilizar este proyecto con propósito de entrenamiento, no debemos utilizarlo por más de uno o dos segundos por vez. Para defendernos de un posible ataque, o reprender a un perro, lo pulsaremos durante varios segundos.
En el modo entrenamiento lo que se pretende es que el can identifique el sonido con un llamado, y se acerque cada vez que lo escucha. En el modo de defensa, la idea es que el sonido agudo aplicado durante un periodo prolongado de tiempo le provoque un malestar y se aleje de nosotros.
La siguiente lista de materiales, muy pequeña, puede ser adquirida en cualquier tienda de componentes electrónicos, por unos pocos euros. Lo que necesitamos comprar es lo siguiente:
1 circuito integrado NE555, opcionalmente con su zócalo.
1 resistencia de 820 ohms, ¼ de watt.
1 resistencia de 22K, ¼ de watt.
2 resistencias de 390 ohms, ¼ de watt
1 condensador cerámico de 1 uF.
1 condensador cerámico de 10 nF.
1 diodo LED de color rojo.
1 pulsador miniatura para circuito impreso, normalmente abierto.
1 clip para batería de 9V
1 buzzer piezoeléctrico (ver texto)
El tiempo necesario para la construcción de este proyecto ronda las dos horas, y es una buena práctica para el que esta comenzando este hobby.