Una de las herramientas más conocidas para compartir texto en línea es Pastebin, pero algunas restricciones en sus políticas de uso sumadas a la necesidad de mayor seguridad han llevado al desarrollo de alternativas que ofrecen cifrado y anonimato al mismo tiempo. Una de esas alternativas es ProtectedText, y para proteger la privacidad del usuario no utiliza ningún sistema de login o recuperación en el texto. Dicho de otro modo, si pierdes la dirección o la contraseña, lo mismo pasará con el texto.
Compartir texto era cuestión de enviar un correo electrónico hasta hace unos pocos años. Luego surgió la edición colaborativa de documentos, la redacción de notas en redes sociales, la transferencia de archivos con servicios dedicados, y varias opciones más. Sin embargo, cuando la palabra «privacidad» aparece en la ecuación, muchos servicios que dicen ser seguros se quedan simplemente ahogados en promesas. Ya no tiene ningún sentido ocultarlo: Varias plataformas han sido intervenidas, algunas veces sin el conocimiento del desarrollador, y en otras con su participación completa. Como siempre, hasta que la clase política se ponga de acuerdo (lo cual sería un milagro), la primera y última línea de defensa es el usuario, lo que implica buscar servicios más robustos, que dejen una huella digital liviana.
Si necesitas enviar a alguien un texto de manera rápida y segura, tal vez debas darle un vistazo a ProtectedText. El servicio ya lleva un tiempo entre nosotros, pero definitivamente merece un poco más de ruido mediático por lo bien que funciona. Todo comienza agregando un nombre a una dirección URL, de forma tal que quede personalizada. Acto seguido, el navegador nos presenta un sencillo bloc de notas donde escribimos/pegamos el texto a enviar. Una vez terminado, el usuario guarda el contenido, y asigna una contraseña. Para mayor seguridad, se recomienda que la dirección y la contraseña sean compartidas por diferentes medios, de modo no se las pueda asociar. Y en esencia, eso es todo. El texto queda cifrado, y no hay ninguna clase de login o identificación adicional en el sitio. Si por algún motivo se pierde la contraseña o la dirección URL, el contenido no puede ser recuperado, y los encargados de ProtectedText tampoco tienen los medios para hacerlo.
Si eso no te parece suficiente, debes saber que el código de ProtectedText está disponible para todo aquel interesado en estudiar su funcionamiento, o desarrollar otro servicio similar usándolo como base. Son las nuevas reglas de la Web, damas y caballeros. Ya sea por cuestiones de negocios, publicidad o seguridad nacional, alguien allá afuera quiere nuestros datos, y la idea de «no tener nada que esconder» es una falacia carente de valor. Cada usuario le da a su información la prioridad que merece, y si lo que necesitas compartir es importante, deberías usar una herramienta como ProtectedText.