¡Qué manera de abrir la E3, Microsoft! Como si la cantidad de servicios y juegos no fuese suficiente, el gigante de Redmond deslumbró al público con un nuevo “periférico” que hace ver a la Nintendo Wii como un juguete para niños. Lo más curioso del asunto es que el misterioso control del que tanto se habló semanas previas, es el usuario mismo. Project Natal es el primer sistema de control que no necesita de ningún periférico para controlar lo que hay en pantalla, sino que puede captar absolutamente todos los movimientos del cuerpo.
“No es sobre reinventar la rueda… sino sobre quitar la rueda por completo”. Con esa frase, Peter Molyneux resume lo que significa Project Natal para la industria de los videojuegos y el entretenimiento en general. Hace ya varios meses que habíamos estado escuchando que Microsoft iba a lanzar un periférico sensible al movimiento para competir con la popular consola de Nintendo. Pero quién hubiera dicho que ese mismo control… iba a ser uno mismo.
Así es, el misterioso periférico de Microsoft es el usuario mismo. Durante la conferencia que abrió la E3, el gigante de Redmond tuvo una gran variedad de novedades, pero nada nos pudo preparar para lo que cerró la presentación. Don Matrick, vicepresidente de Xbox dijo “el control es la barrera que separa a los jugadores del resto.” y con la intención de eliminar esta barrera, Microsoft presentó Project Natal, una interfaz que detecta gestos, movimientos, rostros y voces sin la necesidad de ningún otro elemento.
Técnicamente, Natal está compuesto por una caja con una cámara RGB que capta los movimientos y también reconoce expresiones faciales y rostros. El paquete es completado por un sensor de profundidad y un micrófono. Estos elementos pueden parecer básicos, pero por lo que hemos visto, funcionan a la perfección tomando absolutamente todos los movimientos del cuerpo. Muy similar a la técnica “motion capture”, pero sin el ridículo traje con las pelotitas blancas.
En la demostración se pudieron ver juegos muy simples que apuntaban a un público casual, como también una aplicación para pintar utilizando movimientos para dibujar y la voz para elegir los colores. Más allá de que eso no fue tan impresionante, lo que quedó en nuestras mentes fue la fidelidad con la que la figura virtual llevaba a cabo los movimientos producidos por el usuario. Hasta en el momento en que dos personas crearon la silueta de un elefante, Natal lo tomó a la perfección.
Entre algunos invitados especiales que tuvo la presentación, en un momento Steven Spielberg subió al escenario, quien curiosamente ha hecho dos juegos exclusivos para la Nintendo Wii. En esta ocasión el legendario cineasta mostró su emoción por esta nueva tecnología y remarcó que el control es la última barrera que hace que los videojuegos no sean tan accesibles como el resto de los medios. Además, prometió crear cosas muy interesantes para este nuevo sistema de juego.
El segundo invitado, Peter Molyneux, no solo tuvo cosas para decir, sino un nuevo proyecto para mostrar. Aunque generalmente Molyneux tiende a hablar de más y a emocionarnos más de la cuenta, esta vez no defraudó y lo que tuvo para presentar bien puede cambiar la manera que interactuamos con los videojuegos. En un vídeo pregrabado pudimos conocer a Milo, un niño basado en inteligencia artificial, que puede reconocer a su interlocutor utilizando la cámara y tener una conversación normal. Como si esto fuera poco, también puede reconocer emociones en el usuario y responder con otras: por ejemplo, en el vídeo mostraron cómo la presentadora lo retó por no hacer la tarea escolar y él bajó la mirada y se sintió culpable.
Aunque esto a primera vista parezca un experimento raro, Molyneux remarcó que Milo es un videojuego. También puede reconocer dibujos en hojas de papel (en tan solo unos milisegundos) y hacer una representación exacta del otro lado de la pantalla. Para finalizar, la persona haciendo la demostración acompañó a Milo a un pequeño lago, el cual pudo manipular naturalmente moviendo sus manos frente a la cámara.
Personalmente, me debo a la vieja escuela. Cuando vi la Wii por primera vez me pareció interesante, pero en ningún momento pensé pasarme a la consola de Nintendo porque encontraba su interfaz como algo de otro mundo. Hoy, al ver esta presentación, sigo pensando igual que antes. Sin embargo, no puedo evitar emocionarme por ver romper una barrera que no esperaba que rompamos hasta dentro de diez años. Es cierto que aún es un prototipo y no sabemos qué tan bien funcionará, pero si hace la mitad de las cosas que vimos en la conferencia, cambiará definitivamente la manera que interactuamos con el entretenimiento en general.
La realidad es que ver la calidad con la que Natal tomaba los movimientos del usuario y la fluidez de la respuesta, hace ver a la Nintendo Wii como un juguete de niños. Ahora queda por ver con qué rostro subirán los presentadores de Nintendo al escenario y qué producto “revolucionario” tendrán para presentarnos.