Tomás Garcia
Hablando de juegos independientes, Project Aftermath es uno que esta tan bien hecho que no parece indie. Participa en una guerra entre dos razas y comanda soldados hacia la victoria. Este juego de estrategia en tiempo real es perfecto para aquellos que prefieren la acción a construir edificaciones y buscar recursos.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de juegos independientes, World of Goo y Depths of Peril son algunos de ellos. Y como estos, Project Aftermath hace muy bien lo que muchos juegos independientes no logran. Este juego de estrategia en tiempo real, a pesar de ser independiente, demuestra un nivel de pulido y dedicación que lo separa del resto.
La historia ocurre varios años en el futuro, en una guerra entre dos razas. La Nueva Orden conquista todo a su paso y utiliza los genes de los enemigos caídos para crear soldados híbridos para sus tropas. Los Morphid decididos a detenerlos, comienzan un ataque de proporciones masivas y justo cuando están al borde de destruirlos, La Nueva Orden lanza un ataque al hogar de los Morphid, destruyendo todo lo que se cruce a su paso. Destruyeron sus ciudades, su sociedad y su cultura, y ahora solo quieren venganza.
Ya desde un principio la premisa de la historia es interesante, algo que no suele ocurrir en juegos indies. Y el desarrollo, aunque no perfecto, tiene sus momentos de sorpresa, gracias a ciertos giros inesperados. Pero lo que realmente se destaca es la manera en la que está contada. Entre misión y misión aparecen cutscenes hechas como si fuesen páginas de un cómic que demuestran la inspiración detrás de Project Aftermath.
En cuanto a la jugabilidad, Project Aftermath es un juego de estrategia en tiempo real donde comandas un grupo de soldados. Pero no los controlas individualmente, sino por comandantes (o héroes). Hay cuatro comandantes y cada uno tiene una cantidad limitada de soldados que lo acompañan. A diferencia de otros RTS, aquí no hay nada que construir, sino que puedes mejorar y comprar armas y armaduras mediante la energía recolectada en la batalla. Además puedes crear torretas para defenderte, pedir refuerzos y otras cosas que hacen de la jugabilidad una fresca vuelta a lo básico.
Cada comandante tiene diferentes poderes y otras singularidades que los diferencian entre ellos. Este personaje dirige a sus tropas y puedes darle todo tipo de indicaciones y modificar casi todo los puntos imaginables. De esta manera cada soldado es único y pelea de una manera diferente.
Gráficamente el juego está muy cuidado, a tal punto que no parece independiente. Las texturas son de gran resolución y los efectos, como los colores, abundan. Además, lo hemos probado en ordenadores que hoy se consideran viejos y siempre corrió de manera muy fluida. Otro gran logro son las voces, un aspecto que generalmente deja mucho que desear en juegos independientes.
Pero no todo es color de rosas por estos lares, ya que aunque generalmente es solida, en ocasiones la inteligencia artificial pierde el rumbo y comienza a actuar caóticamente. Se separan del grupo, disparan a cualquier lado y otras cosas que en ciertos momentos de tensión te pueden dar ganas de mandar todo al quinto infierno. Además, es muy corto. Esto no es mucho problema, porque es muy barato, pero algunas horas más de juego no lastiman a nadie.
Siendo que es un juego independiente no lo encontrarás en las tiendas donde sueles comprar los videjuegos normales. Pero en caso de que te interese puedes comprarlo vía descarga directa por €7,44. Si todavía no estás seguro puedes descargar la demo desde el sitio oficial.
Project Aftermath es un juego bien hecho. En ocasiones tan bien hecho que te olvidas que es independiente. El combate simple y fluido es casi adictivo y la historia aunque no brillante, invita a seguir jugando. Si te gustan los RTS donde no hay nada que construir, sin duda este es tu juego.
Conclusión: Si te gustan los juegos de estrategia en tiempo real donde solo debes atacar y no hay nada que construir, entonces Project Aftermath es tu juego.
Puntaje: 82%
