En medio de la polémica surgida por el calentamiento global, el uso de combustibles fósiles y la posibilidad de destinar parte de la producción de cereales a la elaboración de biocombustibles menos contaminantes, se presento en Buenos Aires una alternativa que reemplaza el biodiesel por…¡agua!
Los llamados “biocombustibles” se fabrican mediante el procesado de aceites vegetales usados o vírgenes, o incluso a partir de algunas grasas animales. Tienen la ventaja de ser un producto totalmente renovable (siempre pueden volver a sembrarse más vegetales) y menos contaminantes que el cada vez más escaso petróleo. Sin embargo, muchos cuestionan la utilización de cereales comestibles, como la soja o el maíz, para la elaboración de biodiesel.
Tal como ha explicado la cartera de Medio Ambiente de la Argentina, en ese país y en un plazo de 3 años, todo el diesel que se consuma deberá tener obligatoriamente un 5 por ciento de biodiesel, lo que significa la utilización de alrededor del 10 por ciento de la cosecha de soja del país. Esto no es poca cosa, y muestra a las claras que si se quisiera reemplazar al 100% del diesel por el equivalente “verde”, no alcanzaría toda la producción sojera del país.
Pero recientemente, una empresa Argentina presentó una alternativa al biodiesel, que permitiría cumplir con la normativa que exige el reemplazo del 5% de los derivados de petróleo incluidos en el combustible sin necesidad de recurrir a la quema de parte de las cosechas de soja.
La iniciativa desarrollada por la empresa Solmi S.A., plantea una alternativa novedosa. Es que la fórmula del llamado “biodiesel de agua” implica reemplazar una parte de diesel común y del biodiesel para reemplazarlos por agua del grifo. El resultado de esa mezcla es el biodiesel de agua. Otra alternativa es directamente no usar biodiesel y reemplazarlo por un 5% de agua.
Un dato importante es que la tecnología utilizada no requiere ninguna modificación en los motores de los vehículos. Además, logra una reducción del número de partículas emitido por el diesel y disminuye la emisión de gases de efecto invernadero.
Victor Solmi, CEO de la empresa, asegura que el diesel de agua es “un invento que ya fue inventado”. Se sabe que agua se utilizó varias veces en la historia para potenciar los motores. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial lo usó la aviación, pero quedo olvidado con la llegada de las turbinas. También se lo probó en la F1 durante algún tiempo.
El Biodiesel de agua ganó el premio a la Innovación Tecnológica, y logró un contrato con la comuna de Buenos Aires. En una primera etapa, el gobierno utilizará el invento en los tanques de los camiones recolectores de basura. Si funciona, se implementaran primero en los demás vehículos de la administración y más tarde en el resto del parque automotor. Aunque sigue siendo un combustible experimental, ya fue probado en una flota completa de buses de la ciudad de Rosario y también en un rompehielos.
Solmi S.A. ha patentado su diesel de agua en 150 paises.