Uno de los sonidos más horribles que cualquier usuario puede escuchar en su ordenador es el «clac-clac-clac» de un disco duro que acaba de tirar la toalla, llevándose consigo todos los datos guardados. Pero si hay algo tan malo como eso, es descubrir que la más reciente actualización para un software del cual dependemos mucho borró nuestros archivos. Eso es lo que le sucedió al fotógrafo y videógrafo profesional Dave Cooper. Un bug en Premiere Pro aniquiló más de 500 horas de vídeo con un valor estimado de 250.000 dólares, y Cooper tiene la intención de llevar a Adobe a la corte.
Es probable que nuestros lectores estén al tanto de las demoras que sufrió la última actualización de Windows 10, conocida como 1809. Un número significativo de usuarios descubrió que durante el proceso de instalación, el sistema operativo borraba todos los archivos en la carpeta de documentos personales. La peor parte es que bajo el programa Windows Insider muchos testers advirtieron a Redmond del bug, pero por algún motivo no recibió la suficiente prioridad. Lógicamente, estos problemas de control de calidad no se limitan a Microsoft. La visión de «software como servicio» lleva a updates muy frecuentes, y siempre habrá errores escapando a la detección inicial. El verdadero conflicto surge cuando provocan daños mayores. Por ejemplo, ¿qué harías si un programa te hiciera perder 250.000 dólares en archivos?
Eso es exactamente lo que le sucedió al fotógrafo y videógrafo Dave Cooper. Los 250.000 dólares son un cálculo estimado tras la destrucción de unos 100.000 clips individuales, que equivalen a 500 horas de vídeo capturadas entre 2010 y 2017. Al igual que muchos otros profesionales, Cooper utiliza Adobe Premiere Pro CC 2017. La versión 11.1.0 del software posee una función de redundancia que guarda respaldos de vídeos en una carpeta de «caché de medios» mientras se trabaja en un proyecto. Debido al alto impacto de almacenamiento que tiene esa función, Cooper le indicó a Premiere Pro crear ese caché dentro de una carpeta llamada «Videos» en un disco duro externo, la cual tenía todos sus archivos. Cuando el usuario termina, lo más común es indicar al software que vacíe ese caché para recuperar espacio. La función sólo debía purgar el contenido de la carpeta de caché de medios, pero lo que hizo en realidad fue borrar todo en el interior de la carpeta «Videos» sin ediciones o aperturas en los últimos 90 días. Unos siete años de trabajo.
Adobe reconoció el bug en mayo de 2017 y lanzó la actualización 11.1.1 para corregirlo, pero aún así advirtió a los usuarios que no combinen el caché de medios con sus carpetas personales. Como era de esperarse, Cooper inició una demanda representativa contra Adobe en el distrito de California buscando compensación para él y otros usuarios que hayan perdido datos debido a este bug. Varios reportes sobre el error aparecieron en los foros de Adobe, pero lo más probable es que se llegue a un acuerdo por fuera del circuito legal. De todas maneras, no faltan críticas hacia la política de respaldos del usuario, o mejor dicho, su falta. Si en verdad guardamos el equivalente a 250.000 dólares en archivos, con ser redundantes a la hora de realizar backups no es suficiente: Debemos ser paranoicos.
Por mas paranoico que seas con los respaldos, se les debe de exigir un control de calidad a las compañias de software, por eso pagas un producto, y un error que borre tu carpeta de documentos o en este caso, tu carpeta de respaldos es un gran error, y mas si antes de liberar el update se recibió retroalimentación de los usuarios de prueba.
Ese mismo criterio que señalas para exigir un control de calidad al desarrollador del software es de igual forma aplicable al fotógrafo. También debió tener un respaldo de todo su material (respaldo como tal, no como caché de la aplicación), si es que se dedica de forma profesional a la edición de foto/vídeo. En mi opinión ambos tienen algo de culpa, pero desde mi punto de vista es el fotógrafo el que obró de peor forma.
Excepto porque el usuario es el cliente y está pagando por un servicio, en dado caso más bien la cuestión es que tan clara fue la advertencia y que el error fuera un problema realmente bien comunicado por parte del fabricante
¿ U$S250.000 en información en UN solo disco USB sin backup?
Parece mentira verdad?, es alarmante como un usuario con semejante volumen de información y con semejante valor, no crea backups. Actualmente estoy haciendo mi tesis y aún siendo solo documentos de texto, esta en mi computadora personal, está en google drive, en dropbox y periódicamente me he mandado copias por correo a distintas cuentas personales. jaja creo que soy paranoico pero son meses de trabajo.
Existen herramientas que recuperan los datos cuando se borran, entonces pues si se me huieran perdido datos de ese valor hubiera uscado en google(en caso de no conocer la herramienta) como recuperar los datos, o hubiera llevado el disco a un servicio tecnico a ver que podian hacer, segundo que clase de persona no guarda una copia de datos importantes si se dedica de forma profesional a eso? en fin muy descuidado el tipo.
Usualmente estoy en contra de las empresas y su falta de cumplimiento hacia el producto que venden, pero en este caso reconozco que el fotógrafo se equivocó al no tener un backup, algo que cualquier persona que trabaje con medios sabe, y mucho mas a nivel profesional.
Pienso que un usuario comun y corriente “tiene derecho” ,por decirlo así, a no utilizar backup por desconocimiento pero un profesional no tiene excusa. A estos tiempos no hay excusa.
Me huele a oportunismo judicial en pos de un buen dinero, sin embargo esto no exime a Adobe de su responsabilidad. Habrá que ver que dicen los Términos de Uso , sin embargo la solución serán uno$$ al demandante y ahí quedará todo el asunto.