Una queja bastante recurrente en los vídeos caseros es que el responsable mueve demasiado la cámara, provocando náuseas. El funcionamiento del sistema ojos-cerebro es más complejo de lo que imaginamos, y cualquier estímulo extremo puede afectar su rendimiento (dando lugar a increíbles ilusiones ópticas). Sin embargo, nuestros ojos se mueven todo el tiempo durante el día, y no nos sentimos mareados. La explicación nos lleva al extraño territorio de los movimientos sacádicos, los trucos que aplica el cerebro, y algunos ejercicios para reproducir en casa. Por ejemplo: ¿Por qué no ves a tus ojos moverse mientras te encuentras frente al espejo?
… bueno, en realidad sí puedes. Es suficiente con mirar un punto fijo en el espejo, y mover la cabeza. Me refiero al impresionante número de movimientos que tus ojos hacen por día. Incluso al leer este texto, la actividad de tus ojos es escalofriante. Estos «microsaltos» son conocidos como movimientos sacádicos, o simplemente sacadas. Dependiendo de la amplitud del movimiento, una sacada puede durar entre 20 y 200 milisegundos.
Las sacadas nos ayudan a construir el equivalente a un mapa tridimensional de una escena. La fóvea, que es la parte central de la retina cubierta con células fotosensibles encargada de proveer «alta resolución» en nuestra visión, es demasiado pequeña. Las sacadas logran compensar esa limitación, y permiten resolver escenas y objetos con mayor eficiencia.
Ilusiones ópticas: Los ojos que «no se mueven», y el Reloj Parado
Uno de los aspectos más interesantes es que el cerebro no deja un vacío durante las sacadas, sino que lo llena usando lo que tiene a su disposición cronológicamente. Pero hay algo extra: Esa información se basa en qué vemos después del salto. En este punto cualquiera pensaría que se trata de un error, porque nuestros ojos no pueden viajar en el tiempo. Usando una expresión informática, es una cuestión de latencia.
El procesamiento no es instantáneo, y el cerebro tiende a atenuar o filtrar lo que registran nuestros sentidos. Entre el punto inicial y el punto final de una sacada, hay un «difuminado» que el cerebro no puede interpretar. ¿Cuál es la solución? Borrar esa distorsión en el medio y llenar el hueco simbólico con datos del segundo punto (enmascaramiento sacádico). El resultado es una ilusión óptica a la que conocemos como «El Reloj Parado», o en términos más formales, cronostasis.
Esta combinación de funciones, efectos y trucos provocan que no puedas ver a tus ojos moverse frente al espejo. Haz la prueba: Ubícate a unos 45 centímetros de distancia del espejo. Mira a tu ojo izquierdo, y luego al derecho. Repite. Y repite. Y repite. El movimiento no está allí, pero tampoco hay una interrupción en la información visual. Todo se ve continuo y uniforme. Ahora, la pregunta es: ¿Cuánta información se «pierde» debido a esto? En promedio… 40 minutos diarios.