Uno de los puntos de conflicto que más ha tocado a Windows 10 es la insistencia de Microsoft en ofrecerlo a los usuarios que prefieren continuar bajo Windows 7 y Windows 8.x. La semana pasada, el CMO de Microsoft Chris Capossela respondió en una larga entrevista diferentes preguntas relacionadas a varios productos, y el tema de la «no elección» para actualizar Windows 10 apareció en el cuestionario…
A esta altura no queda absolutamente ninguna duda de que Microsoft quiere a la mayor cantidad posible de usuarios sobre Windows 10. A pesar de tomar decisiones cuestionables como respaldar claves de cifrado en la nube sin avisar, o reducir los parámetros de actualización a «ahora» o «esta noche», el gigante de Redmond está convencido de que con su política actual logrará sumar más usuarios al nuevo sistema operativo. Los últimos reportes (que curiosamente aún no fueron confirmados por Microsoft) hablan de 200 millones de dispositivos, y la gran meta de Microsoft es alcanzar los mil millones en 2017. Claro que, para ello debe convencer a mucha gente, y quienes seguimos en Windows 7 y Windows 8.x nos sentimos algo molestos con el aumento en la agresividad de Redmond al ofrecer Windows 10. Todos sabemos bien que la oferta para acceder a una copia gratuita finaliza en julio de 2016, sin embargo… a Microsoft le gustaría acelerar los tiempos un poco.
La semana pasada (23 de diciembre para ser más precisos) el CMO de Microsoft Chris Capossela participó en el show Windows Weekly con Leo Laporte, Paul Thurrott y Mary Jo Foley. Capossela respondió múltiples preguntas relacionadas a productos como Xbox, Windows 10 Mobile y HoloLens, pero el famoso GWX (cerca del minuto 27) no se quedó en el tintero. En primer lugar, Capossela admitió que es «increíblemente importante» para Microsoft eliminar la fragmentación en la base de instalaciones de Windows. A esto añadió que en la compañía creen que frente a cualquier ordenador capaz de recibir a Windows 10, ellos deben hacer «todo lo que puedan» para que los usuarios den el salto al nuevo sistema. También reconoció que aún están tratando de buscar el mejor balance en lo que se refiere a la interfaz del actualizador, y sus opciones.
Otra razón para insistir con Windows 10 es que en Microsoft «están preocupados» por la experiencia que el usuario puede llegar a obtener de una nueva adquisición (por ejemplo, una impresora) funcionando sobre un sistema operativo antiguo, lo cual significa que la presión también está del lado de los fabricantes, que buscan lanzar nuevos productos especialmente preparados para hacer uso de Windows 10. La entrevista continuó con otro tema delicado como la privacidad, y en este punto Capossela reiteró lo que ya habíamos escuchado: El usuario está en control de la información, con excepción de la telemetría que Microsoft recoge para evaluar el rendimiento del sistema operativo. En resumen: ¿Microsoft va a seguir con su estrategia? Después de escuchar a Capossela, la respuesta es definitivamente sí.