¿Por qué flotan los peces muertos?

Una pregunta que seguramente todos nos hemos hecho y que tal vez de pequeños nos preocupó demasiado. Pero todo (o prácticamente todo) en este mundo puede ser explicado a través de la ciencia, en este caso la física, y así lo haremos

Y esta es una de las grandes maravillas de la física: poder explicar todos los fenómenos que ocurren en nuestra vida diaria.

Entonces ¿por qué flotan los peces luego de morir? Apenas muertos, los peces se hunden ya que sus cuerpos dejan de hacer lo que hacen durante toda su vida para flotar y nadar. Pero luego comienzan a subir para permanecer flotando en la superficie hasta que el tiempo y los depredadores hacen su tarea.

Mientras están vivos para los peces no es demasiado difícil moverse por el agua, ya que son apenas más densos que la misma, es decir que les cuesta relativamente poco subir o bajar cuando lo necesitan. Y para hacerlo no deben hacer fuerza como los humanos o empujarse con movimientos de cola como otras especies acuáticas: los peces se basan en un órgano conocido como vejiga natatoria.

Situada debajo de la columna vertebral, la vejiga se llena de gases, principalmente oxígeno (a través de la compresión muscular y de la generación de ácido láctico) por lo que el pez sube. Si la misma se vacía de gases, aumenta el peso específico del pez, por lo que este baja.

Lo interesante es que, tal cual explica un biólogo del Departamento de Vida Natural de New Jersey llamado Mark Boriek, este llenado o vaciado de la vejiga natatoria se da en forma natural, como una reacción química del pez al entorno que le rodea.

Ahora bien, decíamos que cuando el pez muere desciende. Eso sucede hasta que comienza la descomposición de su cuerpo, lo que naturalmente expulsa gases. Y la vejiga, al permanecer cerrada, los almacena y se hincha, lo que comienza a hacer subir al pez.

¿Y cuando el pez sube, por qué permanece de costado, con una ligera tenencia a darse vuelta? A diferencia de los seres humanos, que tienen el peso de musculatura y masa ósea bastante distribuido (con el centro de gravedad cerca del esternón) los peces tienen casi todo su peso en la columna vertebral.

Así, sumando el mayor peso en su parte posterior con la flotación que le genera una vejiga natatoria hinchada, el pez permanece en esa posición.