El GPS es un recurso básico en cualquier dispositivo móvil, y ha cambiado para siempre la forma en que nos movemos, pero con más de 40 años de edad, lo cierto es que tiene una historia muy interesante detrás. Al principio, el acceso GPS era exclusivo para las fuerzas militares de los Estados Unidos, y aún sigue bajo su control, pero las cosas cambiaron en 1983 tras una decisión del gobierno de Ronald Reagan. Lamentablemente, dicha decisión surgió a partir de una terrible tragedia en la que murieron más de 260 personas.
El GPS dio sus primeros pasos como proyecto en el año 1973, en un intento por eliminar las limitaciones de los sistemas de navegación vigentes, y combinar tecnologías de iniciativas previas, entre las que se destacan TRANSIT (asistió en la navegación de submarinos cargados con misiles Polaris), Timation (colocó relojes de alta precisión en el espacio), y SECOR (evaluaciones geodésicas).
En sus primeros días se lo conocía como DNSS, siglas para «Defense Navigation Satellite System», y al poco tiempo adoptó el nombre Navstar. Esa fue la designación que utilizó en el lanzamiento del primer satélite perteneciente al Bloque I, el 22 de febrero de 1978. Navstar 1 estuvo acompañado por otros nueve satélites (se planearon diez, pero Navstar 7 fue destruido en una falla durante su lanzamiento), y el último se retiró en marzo de 1996.
Para ese entonces, el GPS ya podía ser utilizado por dispositivos civiles, aunque con una reducción en la precisión. Al final del día, el sistema no debía entregar un ventaja táctica a los enemigos de los Estados Unidos, sino todo lo contrario. El cambio de política sucedió en los días posteriores al 1 de septiembre de 1983, cuando un interceptor Su-15 soviético derribó al vuelo comercial KAL007 de Korean Air Lines. El avión había ingresado por error a espacio restringido soviético, y las fuerzas de defensa creyeron que se trataba de un avión espía estadounidense. 269 personas perdieron la vida (246 pasajeros y 23 tripulantes), dando lugar a uno de los momentos más críticos de la Guerra Fría.
La Unión Soviética suprimió activamente su información del accidente por diez años (incluso utilizó su poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas bloqueando una resolución condenatoria), y el 16 de septiembre, el presidente Ronald Reagan anunció que el GPS sería de libre acceso para todos, sin cargo alguno, estimulando así su desarrollo tecnológico. De haber estado disponible en vuelos civiles, el GPS hubiera corregido el error de navegación de KAL007 en cuestión de segundos.
En mayo del año 2000, el concepto de disponibilidad selectiva fue discontinuado, obedeciendo a una orden previa que el presidente Bill Clinton había emitido en 1996. Los dispositivos civiles ahora tenían acceso al mismo nivel de precisión que los militares, reconociendo el gigantesco potencial económico del GPS. En caso de ser necesario, las fuerzas armadas cuentan con la capacidad de desplegar elementos que bloquean la señal, cosa que sucedió durante la Guerra de Kargil en 1999, y en la ocupación a Irak.