Las polillas de seda (y obviamente los gusanos) guardan una relación milenaria con los seres humanos, pero en esta oportunidad, la seda no es la razón principal para el vínculo. Un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio ha desarrollado robots que utilizan a polillas de seda como pilotos. El estímulo para que las polillas conduzcan a los robots llega a través de feromonas emitidas por una polilla hembra, mientras que el objetivo principal del proyecto es desarrollar robots capaces de detectar olores y fugas.
Cuando se habla de polillas, mucha gente piensa en roperos plagados y ropa agujereada, pero las polillas que nos traen aquí hoy son diferentes. Se trata de la polilla de seda, la forma adulta del renombrado gusano de seda, o Bombyx mori para quien prefiera el nombre científico. Al llegar a su adultez, la polilla macho tratará de buscar pareja lo más rápido posible, y en esa búsqueda está basado un proyecto llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Tokio, que también involucra robots. A simple vista parece complicado encontrar un punto en el que polillas y robots puedan trabajar juntos, pero todo quedará un poco más claro después de ver este vídeo.
El proyecto utiliza polillas macho como “pilotos” para los robots. La polilla de seda adulta no puede volar, por lo tanto, cada macho “camina” sobre una esfera que convierte los movimientos de la polilla en la ruta a seguir por el robot. En realidad, lo que buscan estas polillas macho son parejas, hembras que estén listas para aparearse. La señal llega a través de feromonas que los machos pueden detectar sin mayores inconvenientes. Tal y como se observa en el vídeo, los movimientos de los robots tienen su grado de irregularidad, pero eventualmente, las polillas logran acercarse a la fuente de feromonas que los científicos colocan cerca.
De la misma forma en que las polillas lograron alcanzar su meta, los científicos esperan aplicar información de rastreo a robots completamente autónomos con la capacidad de detectar olores asociados a pérdidas en instalaciones o a derrames de determinadas sustancias. Los robots utilizados durante la prueba se ven bastante… “artesanales” si se los puede llamar así, por lo que el proyecto probablemente también incluya mejoras en el propio diseño de estos robots autónomos. Usar polillas como prueba de concepto es algo curioso, pero definitivamente me agrada la idea de robots que puedan detectar cosas como pérdidas de gas y otros materiales peligrosos.