PlayStation 3: lo que se viene

Ya llega, ya viene. Es la reina de las consolas. Es el sistema de juegos más esperado. Pero una pregunta subyace en el inconciente de los fanáticos, ¿podrá continuar su legado con una competencia tan descarnada?Sony es el rey indiscutido en la escena gamer. Fue su primer PlayStation el que cambió el escenario mundial del entretenimiento interactivo. Fue un punto de quiebre para la industria. Hizo madurar a los juegos, y a los jugadores. Fusionó entretenimiento con tecnología de punta y logró que los adultos se acercaran a los videojuegos sin ruborizarse. Su segunda consola, el PlayStation 2, siguió y mejoró el legado de su antecesora. La cantidad de juegos disponibles, las atractivas licencias exclusivas de toda la vida y el prestigio ganado por años de éxito continuo, la hacen la consola más grande de la industria. PlayStation es una marca instalada. Todos la conocen. Es como la Coca Cola de las consolas. Pero una sombra se cernió, años atrás, sobre su glorioso reinado. Una sombra llamada Xbox, del gigante de Microsoft. Con un disco duro incorporado y un excelente servicio de juego online, el Xbox Live, logró mellar la reputación de la consola de Sony. Hoy, con el Xbox 360 a la venta desde hace varios meses, Sony podría vérselas negras. ¿Cómo será la próxima guerra de consolas?

Con un procesador Cell de 3.2 GHZ y una tarjeta gráfica RSX de Nvidia (conocida como Reality Synthesizer), Sony llama a su consola una “Supercomputadora para el Entretenimiento computadorizado” (sic). De más está decir que, en poder bruto, el procesador Cell es mucho más poderoso que el procesador de Xbox 360. Pero en comparaciones realistas, el CPU del PS3 junto a su GPU (el RSX) maneja 51 mil millones de puntos por segundo, mientras que el de Xbox maneja 33,6 mil millones. La diferencia no es tanta si se tienen en cuenta los volúmenes, y mucho menos si consideramos que el procesador de Xbox es un tanto más multifuncional y versátil.
En lo que respecta a la memoria de las consolas, ambas tienen 512MB dedicados al sistema y a los gráficos. La máquina de Microsoft tiene una arquitectura que permite compartir esta cantidad entre el CPU y el GPU. ¿Qué quiere decir esto? Cada procesador toma lo que necesita, en medida que lo necesita. Sony, por su parte, tiene 256MB para el sistema y 256MB dedicados a los gráficos, inamovibles.
Más allá de todos estos números, que analizamos grosso modo, el verdadero potencial de ambos sistemas sólo se va a hacer patente cuando estén compitiendo cabeza a cabeza, mostrando sus juegos. Microsoft lleva algo de ventaja porque su consola salió antes. Por lo tanto, los desarrolladores ya tuvieron más tiempo para familiarizarse con los kits de desarrollo. Los primeros juegos del 360 fueron decepcionantes, pero la salida de Elder Scrolls: Oblivion cambió todo. La belleza de ese juego deslumbró y comenzó a mostrar el verdadero potencial de la consola de Bill Gates. El estigma de Sony viene desde dos flancos: El desprestigio que resultó de su “mentirilla blanca”, al decir que el trailer de KillZone (mostrado en la pasada E3) era en tiempo real, cuando luego se supo que eran animaciones renderizadas. Por el otro lado, y de la mano de algunos realizadores importantes, se afirma que el PS3 es muy difícil de programar. No hay que preocuparse demasiado por ninguna de estas dos cosas. Lo visto en el trailer de Killzone bien podría hacerse realidad con el poder de la máquina de Sony, aunque los costos de producción serían elevadísimos. Y también se decía que el PlayStation 2 era imposible de programar, cuando recién había salido; pero poco a poco se los desarrolladores se fueron acostumbrando, con resultados que están a la vista.

Los problemas para Sony no se terminan, ni comienzan, con la competencia contra el Xbox 360. La elección del formato para sus juegos puede jugarle en contra. Mientras Microsoft optó por ir con una nueva tecnología basada en el clásico DVD, el DVD de doble capa, Sony apuesta al Blue Ray. El Blue Ray almacena más información, por supuesto, pero es mucho más caro que el DVD de doble capa. Y se necesita bastante más que una buena consola para estandarizar estos formatos. La guerra se expande a los estudios fílmicos, que también han comenzado optar un formato sobre otro a la hora lanzar sus películas en versiones hogareñas. Pero el consumidor tiene la última palabra, y analistas de la industria aseguran que se decantarán por el DVD de doble capa, por ser una tecnología conocida, mucho más barata. Eso podría, auguran, ser la ruina de Sony. Y será una batalla decisiva.
Por suerte, y para alegría de los que ya eligieron el PS3 como su próximo sistema de juegos, Sony confirmó (el mes pasado) el Playstation Network Platform, la competencia para el exitoso Xbox Live de Microsoft. Hay que decirlo, el servicio online del PS2 era desastroso y eso hizo que muchos prefirieran irse para el bando de Bill Gates. Con la colaboración de Sony Online Entertainment (responsables de Everquest 2 y Star Wars Galaxies), el servicio gratuito del Playstation Network Platform permitirá jugar sin abono (aunque de manera limitada) y contará con sistemas de rankings, un Mercado similar al de Xbox Live, mensajería instantánea y videochat, entre muchísimas otras cosas. Definitivamente un movimiento inteligente por parte de Sony.
Por último, el anuncio de Sony confirmando el retraso de la consola, no cayó del todo bien. Ahora la fecha de lanzamiento es durante el mes de noviembre. Pero eso no es nada. El Jefe de Tecnología de Sony, Masayuki Chatani, sugirió que la compañía todavía no ha decidido si venderá el disco duro con la consola, o si se venderá por separado. Si opta por venderlo por separado tendríamos un gran problema entre manos. Sony ordenó a las empresas de desarrollo que tengan en cuenta, sí o sí, el disco duro a la hora de programar sus títulos. ¿Quiere decir esto que, si venden el PS3 sin el disco duro, no podremos jugar a ningún juego? Solo el tiempo lo dirá…

Más allá de todos estos problemas, no hay que olvidarse que Sony, es Sony. Es un gigante que pisa fuerte y sabe lo que hace, más allá de nuestras dudas. Difícilmente se pueda predecir un resultado para esta Guerra de Consolas.
Lo que sí se sabe, señores, es que las batallas son, y serán, despiadadas.