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Play-i: Robots-juguetes que enseñan a programar

Todos estamos de acuerdo en que la programación debería tener mayor presencia en los entornos educativos actuales. Sin embargo, también se necesitan componentes didácticos, atractivos y flexibles que llamen la atención de los más jóvenes. Los nuevos robots Play-i buscarán ocupar ese lugar.

Entre los adultos, aprender código es principalmente una cuestión de voluntad. La cantidad de material disponible en la Web es escalofriante, y casi no hay nada que nos impida tomar un camino autodidacta. Ahora, ¿cómo incorporamos la programación a las actividades de los más pequeños? Llenar un aula de ordenadores es un paso en la dirección correcta, pero insuficiente por sí solo. Muchas oportunidades se han desperdiciado ya sea por falta de conocimiento de los mismos maestros, o por la ausencia de una estructura sólida. Tampoco podemos pretender que un niño de cinco años escriba C++ o JavaScript, pero los tiempos de la querida tortuga en Logo han pasado, por lo tanto, necesitamos algo más que complemente y estimule.

 

Para muchos expertos, un robot puede ser ese “algo”. Y así es como nos encontramos con Play-i, un proyecto desarrollado por mentes provenientes de compañías como Amazon, Apple, Google y Symantec. Play-i tiene a dos representantes: Bo y Yana. De acuerdo al sitio oficial, Bo es el explorador, aquel que convierte en movimiento los comandos que recibe. Yana “cuenta historias”, pero también puede detectar cuando es desplazado, y reaccionar en consecuencia. Los robots trabajan por separado sin mayores inconvenientes, pero si obedecemos a las demos, la experiencia es mucho más rica si se tiene a ambos. Los robots son programados a través de interfaces especialmente diseñadas con niños en mente, usando música, animación, tacto e historias, aunque también soportan otros lenguajes educativos como Scratch y Blockly.

 

La idea detrás de Play-i es jugar, y al hacerlo, cada niño aprende las bases fundamentales que le darán una mejor preparación cuando enfrente lenguajes y sistemas más complejos en el futuro, pero no se limita a eso, ya que virtualmente ya no hay campos o carreras que no tengan un vínculo, por más pequeño que sea, con la tecnología. Play-i rápidamente alcanzó los 250 mil dólares que buscaba obtener a través de su campaña de crowdsourcing, sin embargo, todavía hay tiempo para participar. ¿Cuánto cuestan Bo y Yana? Como equipo, 198 dólares, pero también hay un plan para distribuir a estos robots sin costo en escuelas más necesitadas. Cuando Play-i salga al mercado su precio será un poco más alto, aunque no estaría mal que lancen algún programa que permita comprar dos equipos y regalar uno, tal y como sucedió con el ordenador XO-1 en su momento.

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Escrito por Lisandro Pardo

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