La teoría siempre ha dado por supuesto que los planetas deben girar en el mismo sentido que los astros alrededor de los que orbitan, sin embargo, han descubierto 6 exoplanetas que lo hacen en la dirección opuesta a la rotación de la estrella madre. Todo un hallazgo que pone contra las cuerdas la hipótesis oficial y que obligará a los científicos a replantearse las cosas en el siempre fascinante mundo de la cosmología.
"Estamos tirando una auténtica bomba en el campo de los exoplanetas", asegura Amaury Triaud, un joven científico del Observatorio de Ginebra autor de la investigación que ha presentado en la Reunión Nacional de Astronomía de la Royal Society británica, que se celebra esta semana en Glasgow (Reino Unido). Y no es para menos, porque lo que han logrado verificar los astrónomos del estudio deja con la boca abierta a la comunidad científica. Se trata de 6 exoplanetas que no cumplen con el precepto aceptado por la teoría oficial.
Hasta ahora, los astrónomos sostienen que los planetas se forman a partir de un disco de gas y polvo que gira alrededor de una estrella en su mismo sentido de rotación y esa materia acaba formando cuerpos planetarios que, lógicamente, siguen dando vueltas al astro en el mismo sentido que el disco inicial. Estos mundos lejanos actúan justamente al contrario, girando en el sentido opuesto al de su estrella principal. "Es una noticia bastante relevante, uno de los avances más importantes de los últimos años en el conocimiento de cómo se forman los sistemas planetarios", subraya Miguel Mas, del Centro Nacional de Astrobiología, que también ha participado en la investigación.
Desde que, hace casi 15 años, los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz (Universidad de Ginebra) investigan los exoplanetas, es decir, aquellos mundos que giran alrededor de estrellas parecidas a nuestro sol y que, lógicamente, se encuentran fuera del Sistema Solar. A día de hoy, han encontrado 454 exoplanetas, y en algunos casos descubrieron emocionantes sorpresas. Usando el Buscador Gran Angular de Planetas (WASP, por sus siglas en inglés) han estudiado, con una novedosa técnica llamada “tránsito”, una muestra de 27 exoplanetas y han confirmado que 6 planetas “jupiterinos calientes”(por su masa similar a Júpiter) giran en sentido equivocado, hecho que cambia la hipótesis oficial.
La nueva teoría sugiere que la proximidad de los planetas a sus estrellas no se debe a las interacciones con el disco de polvo, sino a que su verdadera interacción es con otra estrella más lejana. Y que el lugar que ocupa es sólo consecuencia de "un tira y afloja gravitacional con esta estrella distante" a lo largo de millones de años. De hecho, en 2 de los planetas con movimiento retrógrado se encontraron otros compañeros distantes que podrían ser la causa de la alteración.
"Uno de los efectos secundarios de este proceso es que cualquier planeta rocoso parecido a la Tierra sería desintegrado", concluye Didier Queloz, del Observatorio de Génova y coautor del estudio. Así pues, el hallazgo de planetas retrógrados, que orbitan su estrella en la dirección equivocada, casi anula las posibilidades de que los sistemas con exoplanetas conocidos como Júpiter calientes, de los que se han hallado más de 400, contengan planetas similares a la Tierra.
"Es un resultado de primera línea que nos demuestra que la formación de sistemas planetarios es un fenómeno mucho menos tranquilo de lo que se pensaba hasta la fecha", afirma Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional. "Estas observaciones demuestran que los planetas con órbitas retrógradas pueden ser muy frecuentes en el Universo. Y el único mecanismo que puede explicar tal cantidad de planetas retrógrados es la existencia de colisiones cósmicas muy frecuentes". Mal asunto para nuestro hermanos exoterráqueos.