La crisis del plástico es mucho más grande de lo que imaginamos, y está golpeando a nuestro planeta en todos los niveles. Desde las micropartículas que terminan depositadas en el fondo del océano hasta la invasión de objetos que llegan y desaparecen con la marea, pasando por animales salvajes al borde de la muerte y trabajadores empobrecidos en condiciones vulnerables, resulta cada vez más difícil creer que las virtudes del plástico pueden compensar los efectos de su permanencia en el medio ambiente por cientos de años. La nueva campaña Planet or Plastic de National Geographic nos ayuda a visualizar esto como nunca antes…
Todos entendemos que el plástico no desaparecerá de la noche a la mañana. Flexibilidad, resistencia, seguridad y relativo bajo costo lo convierten en la opción ideal para docenas de aplicaciones, pero el verdadero problema está en la adicción que hemos desarrollado por este material. Objetos que se utilizan una sola vez y terminan descartados, las dificultades naturales en su procesamiento (que llevan a porcentajes de reciclaje increíblemente bajos), nuestra falta de responsabilidad y un proceso de degradación que se extiende por 400 años en promedio transformaron al plástico en uno de los invasores más efectivos del mundo. La portada para la edición de junio de National Geographic es contundente: Más de ocho millones de toneladas de plástico terminan en el mar cada año… esa es la punta del iceberg. Vivimos en un planeta de plástico, y no hay una solución a corto plazo.
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