El mercado de los editores gráficos es especialmente abundante. Tenemos opciones para todos los niveles y bolsillos, cubriendo desde ediciones básicas y casuales hasta sesiones muy avanzadas. El editor Pixia se presenta como una especie de término medio: Cargando más de dos décadas de desarrollo sobre los hombros, Pixia abandonó sus orígenes vinculados al anime y el manga para convertirse en un editor multipropósito con actualizaciones frecuentes, y una excelente compatibilidad.
Si ya tienes un editor gráfico favorito, imagino que no puedo hacer mucho para convencerte de probar algo diferente. Si bien existen detalles de comodidad y memoria muscular a los que es difícil renunciar, lo cierto es que no siempre encontramos buenas razones para abandonar un programa que ya cubre nuestras necesidades. Sin embargo, si te consideras un usuario «en la búsqueda» de nuevo software para editar imágenes y jugar con tu tableta gráfica, tal vez deberías regresar a un clásico como es Pixia.
Pixia: Una buena opción para crear y editar arte digital
Pixia es una creación de Isao Maruoka, y sus primeras versiones se remontan a principios de siglo. Desde entonces, Pixia mantiene dos ediciones, una de 32 bits, y otra de 64 bits que fue actualizada recientemente. El inglés es el único idioma con soporte oficial además del japonés, y su traducción tiende a ser más completa en la edición de 32 bits, por lo tanto, recomiendo comenzar por allí. El instalador se encargará de sumar cualquier dependencia secundaria (en esencia, los «redist» de Visual C++), y en pocos segundos, Pixia quedará listo para su primera ejecución.
La falta de documentación y de tutoriales actualizados son definitivamente dos puntos débiles en Pixia, pero su interfaz general está en línea con la de otros editores. A la izquierda aparecen sus funciones principales, mientras que en la parte superior encontramos comandos como inyección de texto, lupa, filtros y control de zoom. La sección de configuración posee dos categorías importantes: La primera de ella es Paint, que incluye ajustes para el botón secundario del ratón, y Tablet, con varios parámetros que requieren una buena dosis de prueba y error.
De más está decirlo, las comparaciones entre Pixia y programas como Krita son inevitables, y me atrevo a decir que Krita se ubica un par de escalones por arriba, pero si necesitas una alternativa directa o algo que funcione en sistemas operativos más antiguos, Pixia es una buena opción.
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