Damas y caballeros, los nombres más importantes de la industria están haciendo todo lo posible para revitalizar el formato tablet, y al mismo tiempo reforzar su posición actual. El avance de los híbridos es notable, y lo mismo se puede decir de modelos superiores como el iPad Pro y la Surface Book, pero ahora es Google quien quiere sumarse a la fiesta con la nueva Pixel C, un diseño original de la compañía, basado en hardware Nvidia y con Android 6.0 como sistema operativo.
Cuando los primeros números indicaron que el mercado de las tablets se estaba enfriando, los fabricantes rápidamente salieron al cruce con nuevos modelos y variantes para mantener las llamas vivas. Las tablets en general se han vuelto extremadamente competitivas, y en estos días es posible encontrar modelos genéricos con una relación precio-rendimiento bastante decente. Otro detalle importante a tener en cuenta es que muchas compañías decidieron acercar sus dispositivos insignia al formato híbrido, lo que definitivamente nos hace pensar en un futuro compartido para tablets y ordenadores portátiles. El último ejemplo de esa tendencia llega a través de Mountain View. En el pasado, Google dependió de fabricantes externos para comercializar a sus tablets Nexus, pero esta vez nos encontramos con la Pixel C, desarrollada por el mismo equipo encargado de crear las Chromebooks pertenecientes a esa misma familia.
El tamaño de pantalla en la Pixel C es de 10.2 pulgadas, y su resolución se eleva a 2.560 por 1.800 píxeles, lo que equivale a una densidad de 308 píxeles por pulgada. Las únicas dos opciones de almacenamiento son 32 y 64 gigabytes, mientras que su SoC es un Nvidia Tegra X1, equipado con un módulo de vídeo basado en la arquitectura Maxwell. La Pixel C elimina cualquier necesidad inmediata de RAM con 3 GB LPDDR4 integrados, y a esto se suman dos cámaras (8 y 2 megapíxeles), cuatro micrófonos (de modo tal que no se le escapa nada a Google Now), un puerto USB Tipo C, altavoces estéreo, y todo el batallón de conectividad y sensores. El teclado Bluetooth que podemos ver en la presentación es un accesorio opcional, con anclaje magnético y una sólida profundidad para la pulsación de sus teclas.
Lamentablemente, la Pixel C exhibe algunos bordes filosos como producto de primera generación que es, sin embargo, esos bordes no se encuentran en el hardware, sino en el software. La prensa especializada tiende a adoptar posiciones muy diferentes, pero esta vez coincide en que Android 6.0 es lo peor que le puede pasar a hardware de este nivel. El hecho de enseñar sólo una app a la vez y carecer de soporte multitasking en pantalla dividida representa un duro golpe a su potencial productivo, aunque eso no es todo: La gran mayoría de las apps, incluso aquellas asociadas a servicios oficiales de Google, no poseen ningún tipo de optimización que permita aprovechar al máximo el tamaño de la pantalla o la resolución. Por supuesto, Android 6.0 debería eliminar estos inconvenientes con actualizaciones futuras (al ser un dispositivo Google oficial, llegarán casi de inmediato), pero el conflicto mayor es de identidad, por lo que tal vez hubiera sido una mejor idea colocar Chrome OS en su interior. ¿Precio? 499 dólares, más 149 por el teclado.