Lisandro Pardo
Todo fan de las competiciones en dos y cuatro ruedas puede reconocer con cierta facilidad a algunos circuitos sin importar desde dónde los mire… pero no son muchos los que han tenido la oportunidad de verlos desde el espacio. El astronauta Drew Feustel lleva a los coches en la sangre tanto como a la ciencia, y al formar parte de las Expediciones 55 y 56 en la Estación Espacial Internacional, no lo pensó dos veces: Con la ayuda de una réflex Nikon D5, Feustel capturó a una larga lista de circuitos, y a pesar de las extremas dificultades técnicas, hizo un excelente trabajo.
¿Qué tienen en común la geofísica, los coches, el espacio exterior y la fotografía? Un nombre: Drew Feustel, astronauta de NASA que participó de las Expediciones 55 y 56 (siendo comandante de esta última), y de dos misiones con el Transbordador Espacial. Al crecer en Detroit, su exposición a los coches fue constante, y compró su primer vehículo con apenas 14 años, un Mustang ’67. Su carrera profesional lo llevó del Oakland Community College a la Universidad Purdue, luego a la Queen’s University en Canadá (su esposa es canadiense y se mudaron allá), y finalmente a Exxon, hasta que ingresó a NASA en el año 2000. Con 225 días en el espacio y más de 60 horas en EVA, cualquiera pensaría que este astronauta no tiene tiempo ni espacio para nada más, pero su pasión por los coches y las competencias profesionales jamás desapareció. De hecho, cada vez que tuvo la oportunidad, se dedicó a fotografiar pistas de carrera… en órbita.
Estas tomas se obtuvieron con una de las 53 Nikon D5 que NASA ordenó en 2017 (8.500 euros… sólo el cuerpo), y un teleobjetivo de 800 milímetros equipado con un duplicador, alcanzando así una distancia focal de 1.600 milímetros. El desafío técnico fue impresionante. Feustel debió coordinar su actividad con la gente en tierra y aprovechar al máximo los pequeños intervalos disponibles en cada fotografía. En promedio sólo tenía un minuto para localizar al circuito antes de «perderlo», nada sencillo si tenemos en cuenta que es como encontrar una aguja en un pajar mientras viajas a 7.6 kilómetros por segundo. Aún así, logró capturar a todos los circuitos en su lista.
Otro aspecto que Feustel disfruta mucho de los coches es la restauración, a un punto tal que ordenó partes para uno de sus BMW mientras se encontraba en la Estación Espacial Internacional. Si quieres ver y saber más sobre las actividades de este astronauta tanto en el espacio como en tierra, no dudes en seguir su perfil de Instagram.
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