Es fácil para nosotros pensar que aquellas épocas de «Internet por hora» han quedado atrás, pero en algunos lugares del mundo es el único recurso que tienen los usuarios para combatir la falta de conectividad. De hecho, en las partes más escondidas de la zona metro de Manila existen los pisonets, equivalentes a ciber cafés con una característica única: El acceso a Internet es con monedas, en bloques de cinco minutos…
Al principio, la clave era esperar el horario de tarifa plana para no incendiar el teléfono. Con la llegada de la banda ancha explotaron los ciber cafés y locutorios, dando lugar a la Internet por hora… y a las peleas entre niños por ocupar el ordenador que mejor funcionaba. Hoy tenemos dispositivos móviles y WiFi gratis, pero en algunas regiones del globo, la conectividad sigue estando en deuda.
Un buen ejemplo es la zona metro de Manila. El duopolio de los proveedores Globe Telecom y PLDT ha creado una situación de anticompetitividad constante, que se traduce en una Internet artificialmente mala y cara. El 60 por ciento de la población que vive en vecindarios más humildes no tiene acceso a un ordenador o un smartphone, y su recurso esencial para conectarse es el pisonet, un equivalente filipino al ciber café con la particularidad de que sus ordenadores funcionan a monedas, casi como teléfonos públicos.
Pisonets: Un peso, cinco minutos de Internet
Pisonet es una compresión de «pisong Internet» o pesos de Internet. Actualmente, el peso filipino cotiza a dos centavos de dólar estadounidense, y garantizan al usuario apenas cinco minutos de conectividad. Aún con las restricciones asociadas a COVID-19, una situación legal endeble (que depende de los caprichos de funcionarios locales) y una mayor demanda de servicios digitales, los pisonets no han parado de crecer.
Esos cinco minutos por moneda pueden parecer muy poco en la superficie, pero los pisonets reflejan una de las principales formas de consumo en Filipinas, conocida como tingi: Comprar poco a poco, en pequeños pagos, según la necesidad. Un plan estándar de Internet puede demandar hasta 1.300 pesos mensuales (poco más de 25 dólares), una suma prohibitiva para la mayoría.
Más allá del servicio que prestan, la situación de los pisonets es compleja. Si dejamos a un lado las constantes amenazas de cierre por parte de las autoridades, lo cierto es que dependen de la continuidad del duopolio Globe-PLDT, y estas compañías han comenzado a imitar el modelo lentamente, con paquetes de datos fraccionados para smartphones. Por el momento, los pisonets son irremplazables, pero incluso sus dueños reconocen que el negocio no durará para siempre…
Fuente: Rest of World