La industria trata de sorprendernos con nuevos formatos y mayor rendimiento en sus productos, pero todos estamos de acuerdo en que existe cierto «estancamiento» entre las marcas principales, lo que nos hace mirar cada vez más de cerca a proyectos que buscan apoyo por la vía del crowdfunding. Con eso en mente llegamos a PGS, plataforma basada en el Intel Atom x7, con la capacidad de funcionar como ordenador, consola portátil y smartphone, gracias a su soporte dual boot que combina a Windows 10 y Android 6.0.
Los juegos diseñados para dispositivos móviles representan a un mercado gigantesco, sin embargo, las limitaciones en el formato de los smartphones y el perfil casual adoptado por la gran mayoría de los títulos no le ha permitido desarrollar su potencial completo. Todo usuario que considere inadecuado a un smartphone buscará alternativas entre las consolas portátiles, pero Nintendo no hace más que reciclar a su 3DS, y la última actualización de hardware en la PlayStation Vita ya lleva más de dos años sobre las estanterías. Evidentemente, ambas rutas pueden llevar a la insatisfacción del jugador acérrimo, por lo tanto, tal vez sea un momento interesante para explorar opciones un poco más arriesgadas. Cuando combinamos las palabras «consola» y «crowdfunding», de inmediato llega el espantoso recuerdo de la OUYA, y la ocasional estafa hecha con cartón pintado, y es lógico que el usuario dude al ver nuevos proyectos, pero PGS brinda una capa de garantía extra a través de una campaña en Kickstarter, y lo que parece ser un prototipo funcional:
En esencia, la PGS es una consola portátil con el hardware exacto para funcionar como ordenador «y» smartphone al mismo tiempo. Sus entrañas se basan en un SoC Intel Atom x7-Z8750, con cuatro núcleos a 2.56 GHz de frecuencia en modo Turbo (la base es de 1.6 GHz), y un vídeo integrado Intel HD 405. El tamaño de la pantalla presenta una ligera diferencia en los dos modelos disponibles, Lite y Hardcore, con 5.5 pulgadas (720p) y 5.7 pulgadas (1440p) respectivamente. La memoria RAM oscila entre los 4 y los 8 GB, mientras que el almacenamiento interno se divide en 64 y 128 gigabytes. Al tratarse de una plataforma x86, PGS adopta como sistema operativo principal a Windows 10, pero el modelo Hardcore también incorpora funciones de smartphone, dando lugar a un dual boot con Android 6.0. En resumen: La idea es que el usuario está comprando tres dispositivos en uno, con acceso a las tiendas más populares de los dos sistemas operativos (Steam y Google Play).
PGS lleva poco más de dos años en desarrollo, y ese tiempo le permitió adoptar hardware más potente (comenzó con un chip Bay Trail, pero el x7-Z8750 es un Cherry Trail-Airmont de 14 nanómetros), aunque tampoco se puede pretender que corra títulos al nivel del Fallout 4 o el último DOOM. El proyecto PGS inició su campaña en Kickstarter unos días atrás, y ya superó con comodidad su meta original de 100 mil dólares. Los precios se reparten en 230 dólares para la edición Lite, y el salto al modelo Hardcore es de apenas 50 dólares (por ahora). El punto más delicado, es la espera, ya que las primeras entregas se harán en marzo de 2017, asumiendo que no suceda nada malo.