Será publicitado en Suecia, Holanda y Francia desde Septiembre del año en curso. Serán vehículos que funcionarán con super ethanol, con el objeto de reducir el consumo de combustibles fósiles.
En un momento donde la humanidad se está autodestruyendo, las soluciones para reemplazar los combustibles fósiles parecen brotar del suelo como el mismísimo petróleo. Es que cada vez somos más los convencidos de que algo debe hacerse y el mercado de los “vehículos ecológicos” crece día a día. Y es un mercado muy lucrativo: las personas con conciencia ecológica generalmente gozan de un buen presente y tienen la vida más o menos hecha. Nadie que no sepa que va a comer mañana se va a preocupar por el futuro del mundo, eso es seguro. Por eso, este mercado no solo está en expansión, sino es exclusivo de consumidores con cierto poder adquisitivo.
Peugeot, sabedor de este escenario, se propone lanzar una línea de coches híbridos -los BioFlex– que funcionarán con un nuevo combustible que se dio a llamar super ethanol. El super ethanol consiste en una mezcla de 15% de petróleo libre de plomo y 85% de ethanol vegetal. Uno de los países líderes en super ethanol es Francia, así que es lógico que Peugeot lance los primeros modelos de sus vehículos BioFlex en ese país. Los primeros modelos en circular por la calles francesas serán el 307 SW y el Estate 1.6 BioFlex 110. Estos vehículos podrán funcionar con petróleo, super ethanol o cualquier combinación de ambos.
Las órdenes están siendo tomadas desde Julio, para ser entregados desde Septiembre.
En comparación, los Bioflex pueden emitir un 5% menos de CO2 que el petróleo sin plomo. Un porcentaje insignificante si se tiene en cuenta el impacto ambiental que genera el desarrollo de los biocombustibles. Según Wikipedia: "Al llevar el prefijo Bio, se tiende a pensar que no tiene consecuencias medioambientales. Pero, en el caso de los biocombustibles, esto no es cierto. (…) Pero, con su generalización y fomento en occidente, muchos países subdesarrollados del sureste asiático están destruyendo sus selvas para crear plantaciones para biocombustibles. La consecuencia de esto es justo la contraria de lo que se desea conseguir con los biocombustibles: los bosques y selvas limpian más el aire de lo que lo hacen los cultivos que se ponen en su lugar."
El impacto en el sector alimenticio tampoco es del todo bueno. Nuevamente, según Wikipedia: "Al comenzar a utilizarse suelo agrario para el cultivo directo de biocombustibles, en lugar de aprovechar exclusivamente los restos de otros cultivos, se ha comenzado a producir un curioso efecto de competencia entre la producción de comida y la de biocombustibles. (…) En Argentina, la conclusión fue un aumento de precio en la carne de vaca, duplicando o incluso llegando a triplicar su valor. La compra de maíz para producir biocombustibles para Estados Unidos ha hecho que, en el primer semestre de 2007, la comida básica en México, la torta de maíz, duplique o incluso llegue a triplicar su precio."
No todo es negativo, claro. Los que puedan acceder a estos coches se sentirán héroes y salvadores de la humanidad. Y, claro, serán mejor vistos por todos sus amigos. "Una persona con conciencia ecológica", dirán mientras los señalan. O snobs, como les llamamos en mi cuadra.