Boston Dynamics, fabricante de los robots de senderismo más asombrosos en el mundo, acaba de llevar a su experimentación humanoide un paso más allá de lo que en realidad muchos queremos. Ahora los expertos en locomoción robótica están utilizando su robot antropomórfico de movimiento natural PETMAN para ver qué tan bien funciona la ropa de protección en el mundo real. Lo inquietante de su movimiento y vestimenta nos recuerdan un poco a esos personajes de FPS de suspenso en los que algún ataque nuclear ha hecho estragos en la humanidad.
En 2011 Lisandro nos actualizó sobre la situación del PETMAN, el robot de caminata cuasi humana que estaba logrando grandes avances a la hora de medir la agilidad en comparación a otros robots del estilo. Boston Dynamics se ha especializado durante años en la mejora progresiva de sus robots, y PETMAN ha sufrido algunas actualizaciones que lo han puesto en la vanguardia de los robots humanoides. Cables y acero por fuera, el robot se parece más a un humano que algunos de los hermosos ciborgs que se han presentado en China y Japón. La idea detrás de esto está en los diferentes objetivos que se tienen para los robots, y en Estados Unidos cualquier interés en esta industria es primeramente militar. Siguiendo esta lógica, PETMAN ha estado probando ropa de camuflaje y protección con máscaras antiguas. Las pruebas quedaron grabadas en vídeo y aquí están para que las veas.
El movimiento natural es parte de esta nueva generación del robot PETMAN, que luego de casi 4 años ya casi está físicamente completo, con sus miembros desarrollados y cincelados como para que pueda probarse ropa encima. Los movimientos que hace el PETMAN ya son reconocidamente humanos, por más que en su todavía tosca caminata parezca un anciano corriendo sobre la nieve. Uno de los usos para los que está orientado este proyecto es el de la experimentación con ropa industrial para comprobar su resistencia al uso extremo. Los movimientos del PETMAN generan tensión en la ropa y con ella se puede certificar la agilidad que tiene la ropa y de paso la del robot humanoide, que imita nuestra forma de moverse.
Ahí no termina todo, pues además de la agilidad que es visible en el vídeo, el robot tiene un sistema electrónico que genera diferentes niveles de temperatura con las cuales se ponen a prueba las vestimentas del PETMAN. De esa forma, este es uno de los primeros robots que puede transpirar, exponiendo el traje a la humedad que luego reaccionará también junto a la presión impuesta por el movimiento extremo. Como si fuera poco, los sensores de sustancias químicas sobre el cuerpo del robot detectarán si hay permeabilidad a través del traje. Aunque inquietante por lo que puede significar para el futuro, es ideal para tiempos en donde dos potencias mundiales se están apuntando con misiles nucleares.