La Unión Europea ha reservado un rango de frecuencias, y ha recomendado a sus países integrantes que se tomen las medidas adicionales necesarias para permitir el uso de móviles en las aeronaves comerciales
Desde el apogeo de la tecnología móvil, ha sido un anhelo de los usuarios el poder utilizarla en los aviones.
Sin embargo esto ha sido sistemáticamente desaconsejado por las autoridades aéreas de todo el mundo, dado el grave peligro que podría generarse en caso de interferencias entre los móviles y los ordenadores de a bordo.
Algo muy probable de suceder, dado que comparten el espectro de frecuencias de comunicación, pudiendo modificar a veces la información de rumbo en pantalla en hasta 5 grados, hecho que ha sido ya comprobado varias veces mediante experimentación.
Sin embargo la Unión Europea es consciente de la necesidad de mejorar las comunicaciones y volverlas más seguras. Para eso ha liberado, desde el punto de vista legal, un espectro de frecuencias para el uso de la tecnología de los ordenadores de a bordo.
Esto permitiría que en poco tiempo se puedan realizar llamadas desde cualquier avión, a alturas de más de 3.000 metros. El sistema propuesto por la Unión Europea contempla el uso de receptores/transmisores satelitales en cada avión.
Estos dispositivos, denominados pico cell, son de bajo consumo y capaces de dirigir todo el tráfico entrante y saliente de móviles directamente hasta el satélite más cercano. Además, los pico cell se encargan de eliminar cualquier posible interferencia de los móviles a los aparatos de navegación de las aeronaves.
Cuando el sistema sea lanzado, algo que se espera suceda durante 2008, será inicialmente para la tecnología 2G, aunque luego se actualizará a 3G. Ahora los principales temores de los organismos de defensa de los consumidores se centran en las tarifas de las llamadas "aéras", que muchos temen sean demasiado elevadas.
Pero la Unión Europea ha dejado bien en claro que seguirá el tema de cerca para evitar sobrecargas abusivas en las tarifas.
