Lo veníamos venir. Pero el chiste nos pareció bastante gracioso. Además, nos venía perfecto para enlazar artículos relacionados, un tanto antiguos. Pero lo cierto es que, como sospechábamos, la Perfect Woman no existe y fue todo parte de una campaña viral de un aftershave de Nivea y una máquina de afeitar de Phillips. Ya lo habíamos dicho, el machismo era evidente. Tanto así que, la Perfect Woman, de robot devino en stripper.